Las cifras de manifestantes contra el gobierno y la corrupción, sin embargo, no se acercaron ni de lejos a las de las grandes movilizaciones del pasado 15 de marzo.
Rio de Janeiro/Sao Paulo. Manifestantes en al menos 11 estados y el Distrito Federal salieron a las calles este domingo para protestar contra la presidenta Dilma Rousseff en la segunda manifestación contra el gobierno federal en menos de un mes.
Las protestas tuvieron lugar este domingo en Alagoas, Amazonas, Bahia, Maranhão, Mato Grosso, Minas Gerais, Pará, Paraná, Río de Janeiro, Santa Catarina y São Paulo y el Distrito Federal, según la prensa local.
Se confirmaron las manifestaciones en cerca de 170 ciudades en el país, según la organización Brasil Libre Circulación, que aboga por el fin de la corrupción, la impunidad y pide "juicio político ya" al llamar a las manifestaciones de este domingo en su sitio web.
En Brasilia, donde los manifestantes han comenzado a dispersarse, la protesta reunió a unas 25.000 personas, según la policía militar, mientras que los organizadores estiman en aproximadamente 40.000.
El acto se centró en la Explanada de los Ministerios y en el final de la mañana de este domingo los manifestantes se dirigieron al Congreso Nacional, donde gritaron consignas contra Dilma con los coches de sonido ayuda. Un grupo de la mano en el espejo de agua con banderas de Brasil.
En Río de Janeiro, la protesta ocurre en frente al mar Playa de Copacabana y se va a la caña del timón, con la membresía de 10 mil personas al movimiento, según la Policía Militar. Hubo una explosión al principio, cuando un hombre con la bandera del PT fue acosado y tuvo que ser escoltado por la policía.
En São Paulo, los actos contra Dilma ocurren principalmente dentro del estado en ciudades como Campinas, Ribeirão Preto y Guarulhos. En la capital, una manifestación está programada para comenzar a las 14h en la Avenida Paulista, que ya está bloqueado.
El 15 de marzo, cientos de miles de personas salieron a las calles del país también para protestar contra la corrupción y algunos grupos pidieron la salida de Dilma, cuando ella y el gobierno enfrentó los peores índices de aprobación desde su primer mandato.
Según encuesta de Datafolha publicada el sábado, el rechazo Dilma dejó de caer, pero todavía está en niveles muy altos. La encuesta encontró que el 13% de los encuestados cree que Dilma hace un bien o un gran gobierno, el mismo que el pequisa anterior, mientras que el 60% considera que la mala o muy mala gobierno, 2 puntos por debajo de la anterior encuesta. El margen de error de la encuesta es de 2 puntos porcentuales.
Al mismo tiempo, las investigaciones han demostrado que el 63% de los brasileños apoya la apertura de un procedimiento de juicio político contra el presidente Dilma Rousseff.
Las protestas del 15 de marzo tenían un carácter pacífico, a diferencia ocurrido en junio de 2013, cuando se registraron incidentes de vandalismo y los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.
Tres días después de la manifestación de marzo y en medio de un multimillonario escándalo relacionado con Petrobras, los contratistas, los partidos políticos y el presidente puso en marcha en Brasilia un paquete de medidas contra la corrupción.
En ese momento, Dilma dijo que "la corrupción en Brasil no fue inventado recientemente" y argumentó que se enfrentaría abiertamente.
* Con información de Reuters y DW