"No hay amnistía", dijo a los periodistas la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, aludiendo al veto de un artículo de la nueva ley que relajaba los requisitos de reforestación en los márgenes de los ríos, uno de los aspectos más polémicos.
Brasilia. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, vetó este viernes varios artículos de una nueva ley de uso de tierras que suavizaba la protección de los bosques, desafiando al poderoso lobby agroindustrial que busca extender sus fronteras.
Rousseff tenía plazo hasta el viernes para alterar una ley que flexibilizaba las reglas sobre las áreas protegidas.
"No hay amnistía", dijo a los periodistas la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, aludiendo al veto de un artículo de la nueva ley que relajaba los requisitos de reforestación en los márgenes de los ríos, uno de los aspectos más polémicos.
En total Rousseff introdujo 12 vetos y 32 modificaciones al texto aprobado a fines de abril por la Cámara de Diputados, en lo que fue interpretado en ese momento como un revés político para su administración y una victoria para el poderoso lobby agroindustrial.
Un código forestal que favorezca la deforestación sería un papelón para Brasil, que organizará a fines de junio la cumbre de Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible Río+20.
Tras los vetos de Rousseff, la ley de uso de tierras volverá a ser sometida a consideración del Congreso.
El ministro de Agricultura, Mendes Ribeiro, dijo que las modificaciones introducidas por Rousseff daban más seguridad jurídica a los productores agrícolas.
"Es el código de quienes creen que Brasil puede producir con todo respeto del medio ambiente", dijo durante una conferencia de prensa en Brasilia.