El presidente Jair Bolsonaro ha advertido que las manifestaciones serán un "ultimátum" a los magistrados del Supremo que han tomado decisiones "inconstitucionales" contra su Gobierno. Críticos temen que esté alentando a sus partidarios para intentar intimidar o invadir los tribunales.
Brasil se preparaba para manifestaciones convocadas para este martes, Día de la Independencia, de parte de los partidarios del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, quien les ha pedido que lo apoyen en sus ataques contra el Supremo Tribunal Federal.
La seguridad se reforzó en la capital, Brasilia, y la policía comenzó a bloquear el acceso al centro comercial donde se espera que miles de personas marchen el martes, apoyando a Bolsonaro en su enfrentamiento con el poder judicial por los cambios en el sistema de votación de Brasil.
Los críticos temen que el presidente esté alentando a los partidarios hasta el punto de que podrían intentar intimidar o invadir los tribunales, advirtiendo de los paralelismos con los partidarios del expresidente estadounidense Donald Trump que irrumpieron en el Capitolio después de su derrota electoral.
A nivel internacional, más de 150 líderes de la izquierda firmaron una carta abierta criticando a Bolsonaro por alentar lo que llamaron una imitación de la "insurrección" del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos.
Las manifestaciones están "avivando los temores de un golpe de estado en la tercera democracia más grande del mundo", advirtió la carta.
Bolsonaro dijo el viernes que las manifestaciones serán un "ultimátum" a los magistrados del STF que han tomado decisiones "inconstitucionales" contra su gobierno.
El tribunal ha autorizado investigaciones de los aliados de Bolsonaro por presuntamente atacar las instituciones democráticas de Brasil con información errónea en línea. Ha calificado las investigaciones ordenadas por la corte como una violación del derecho a la libertad de expresión.
El Congreso y los tribunales también se resistieron al intento de Bolsonaro de introducir recibos de votación en papel como respaldo de un sistema de votación electrónica, que según él es vulnerable al fraude. El tribunal electoral mantiene que el sistema es transparente y seguro.
Los críticos de Bolsonaro lo acusan de sembrar dudas para que pueda cuestionar los resultados de las elecciones del próximo año, cuyas encuestas de opinión ahora muestran que pierde ante el expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula de Silva. Ninguno de los dos ha confirmado sus candidaturas.
En un breve discurso a la nación por las redes sociales, Lula dijo que el presidente en el Día de la Independencia debería ofrecer esperanzas de una recuperación económica y solidaridad con las víctimas del COVID-19.
"En lugar de anunciar soluciones, está llamando a la gente a la confrontación... en actos contra la democracia", dijo Lula, acusando a Bolsonaro de sembrar "división, odio y violencia".