El candidato presidencial del centrista Partido de la Social Democracia Brasileña actúa en una línea tenue al posicionarse en contra del gobierno de Lula y atender los deseos de una población que quiere avanzar en una situación favorable.
Sao Paulo. El candidato opositor para la presidencia de Brasil, José Serra, es blanco de críticas luego de que el más reciente sondeo Ibope mostró que fue superado por primera vez en la intención de voto por la abanderada oficialista.
Analistas coinciden en que Serra, del centrista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), actúa en una línea tenue al posicionarse en contra del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y atender al mismo tiempo los deseos de una población que quiere, según encuestas, avanzar dentro de una situación que le es favorable.
A menos de cuatro meses de las elecciones del 3 de octubre, Dilma Rousseff, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), obtuvo 40% de las intenciones de voto, mientras que Serra se llevó 35%, según un sondeo de Ibope divulgado esta semana.
La ex jefa de Gobierno de Lula, escogida personalmente por el mandatario para la sucesión presidencial, fue venciendo poco a poco la barrera de una baja aprobación, mientras que Serra, ex gobernador del estado de Sao Paulo, registró su máximo nivel (40%) en abril.
"Serra tiene un discurso de continuidad, pero está en la oposición", dijo a Reuters el politólogo Marcus Figueiredo, profesor del Instituto Universitario de Pesquisas de Río de Janeiro (Iuperj).
La contradicción se resume en el comentario de otro analista político, Sebastiao Velasco e Cruz, de Unicamp, que previó para la oposición un discurso en el que prácticamente todo sería mantenido en un futuro Gobierno de oposición, pero con mejoras.
Avance en continuidad. Según Márcia Cavallari, directora ejecutiva del instituto Ibope, que realiza los sondeos de opinión, las encuestas muestran que los electores están buscando un candidato que consiga avanzar dentro de la continuidad.
Cavallari citó como factores el aumento del poder adquisitivo, el mayor acceso a los servicios y la posibilidad de planear el presupuesto sin vivir al día superando la época de la elevada inflación.
"Es una situación (en la cual es) más difícil para él (Serra) encontrar el discurso de campaña, porque el deseo de continuidad es grande", sostuvo.
De un postulante claramente de oposición se esperaría más un proyecto alternativo para diferenciarse de la candidata oficialista, identificada con el presidente Lula.
"No es una alternativa decir que va a continuar la Bolsa Familia y mejorarla", dijo Figueiredo, citando un programa de ayuda gubernamental a modo de ejemplo.
Para el analista, Serra no ofrece propuestas radicales, como una mayor inserción de Brasil en la globalización, simplemente por ser nacionalista y no creer en ellas.
Cavallari no considera, en tanto, que el escenario electoral esté cerrado.
La ejecutiva cree que Rousseff creció y se consolidó, pero los próximos pasos tendrán el ingrediente de campaña electoral oficial de radio y televisión, que comenzará en agosto, además de la realización de debates entre los candidatos.
Mauro Paulino, director general del instituto Datafolha, piensa que la candidata del Partido Verde (PV), Marina Silva, que ocupa el tercer lugar en los sondeos, también puede influir en el escenario.
Si ella cae de su nivel actual de 10 a 12% a 7% de las preferencias, por ejemplo, aumenta la posibilidad de que la elección presidencial se resuelva en primera vuelta.