"Estoy emocionada. La acepto como búlgara", dijo Stefan Veselinov, de Gabrovo, quien esperaba para ver la llegada de Rousseff en la escuela donde estudió el padre de la mandataria brasileña.
Gabrovo, Bulgaria. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, realizó un emotivo viaje al lugar de nacimiento de su difunto padre en Bulgaria el jueves, con lo que culminó su primera visita al hogar de sus antepasados, que se espera que impulse el comercio entre ambos países.
Durante el segundo día de su vista a Bulgaria, Rousseff viajó a Veliko Tarnovo y el cercano pueblo montañoso de Gabrovo, al este de la capital, Sofía, para reunirse con primos lejanos y ver atracciones turísticas.
"Estoy emocionada. La acepto como búlgara", dijo Stefan Veselinov, de Gabrovo, quien esperaba para ver la llegada de Rousseff en la escuela donde estudió el padre de la mandataria brasileña.
Su padre, el acomodado emigrante Petar Rusev, se fue de Bulgaria a fines de la década de 1920 y estuvo en Francia y Argentina antes de radicarse en Brasil y comenzar una familia tras cambiar su nombre a Pedro Rousseff.
Visiblemente conmovida por la atención de la gente que pronunciaba su nombre, Rousseff saludó con la mano y envió besos a la muchedumbre de cerca de 600 personas que le dieron la bienvenida a la escuela más antigua del país balcánico.
El interés de Bulgaria por Rousseff subió con fuerza desde que entró a la carrera presidencial en Brasil hace cerca de dos años y luego ganó las elecciones, con lo que se convirtió en la primera presidenta de la mayor economía de Latinoamérica.
Su arribo al aeropuerto local fue transmitido en vivo por televisión y fotografías de sus reuniones con su contraparte búlgara, Georgi Parvanov, y con el primer ministro Boiko Borisov llenaron las portadas de casi todos los periódicos locales el jueves.
"Desde que llegué a este país, he sido rodeada con muchos gestos de cariño (...) lo que me hace sentir profundamente conectada (con Bulgaria)", comentó Rousseff durante una rueda de prensa junto a Parvanov.
La mandataria brasileña prometió que hará esfuerzos por aumentar la inversión brasileña en proyectos de energía y tecnología de la información en Bulgaria e incentivar el crecimiento del comercio, que sufrió como consecuencia de la crisis económica global.