Por las intensas precipitaciones, las peores de las últimas dos décadas en el norte del país y que equivalen a las lluvias que caen en dos años en algunas zonas, laas autoridades confirmaron 4 muertes y la desaparición de una veintena de personas.
Santiago. Las fuerzas militares y equipos especializados se disponían el jueves a iniciar las labores de rescate de cientos de personas aisladas en desérticos pueblos del norte de Chile, azotados por inusuales lluvias que dejaron al menos cuatro muertos entre desbordes de ríos y aluviones.
Por las intensas precipitaciones, las peores de las últimas dos décadas en el norte del país y que equivalen a las lluvias que caen en dos años en algunas zonas, permanecen desaparecidas una veintena de personas.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, se trasladó la noche del miércoles a la región de Atacama, una de las más golpeadas por las lluvias y decenas de aluviones que prácticamente arrasaron con pueblos o dividieron pequeñas ciudades.
La mandataria ordenó a las fuerzas militares tomar el control del orden público en las áreas más afectadas, junto con el traslado de unos 16 helicópteros y aviones para ir en ayuda de las cientos de personas aisladas.
Las ciudades de Copiapó, Taltal y en pequeños pueblos se repetían las escenas de barros y escombros, mientras que villas se encontraban casi hundidas en el lodo, como El Salado y Chañaral, donde autoridades concentrarían las labores de búsqueda con perros especializados y equipos de criminalística.
El inusual fenómeno climatológico se produjo debido a que un núcleo frío chocó con la Cordillera de Los Andes y, en vez de caer nieve, produjo fuertes precipitaciones a gran altura que barrieron con todo camino abajo y en dirección hacia valles, quebradas y pueblos costeros.
Fue tal la intensidad de las lluvias que la mayoría de las grandes minas de cobre que operan en el norte del país suspendieron sus faenas.
El jefe de turno de la Dirección Meteorológica de Chile, Luis Salazar, dijo que "lo peor (del inusual fenómeno) ya es historia". La unidad meteorológica había advertido con anticipación a las autoridades que caerían lluvias equivalentes a un año en las regiones afectadas.
El desborde de ríos y aludes arrasaron con viviendas, caminos y dejaron cientos de damnificados, cortes en rutas y graves fallas en la fibra óptica de telecomunicación en la zona.
Una agencia de emergencias declaró alerta roja para la comuna de Taltal debido a que unas piscinas decantadoras (antialuviones) se encontraban a un 75 por ciento de su capacidad máxima, mientras bomberos intentaban encausar las aguas para evitar que ingresaran más a las casas.