La acción ocurrida en el municipio subtropical de La Asunta, a unos 150 kilómetros al norte de La Paz, se suma a resistencias previas al ingreso de soldados a zonas cocaleras que obligaron al gobierno a negociar para poder cumplir con su promesa de erradicar las plantaciones excedentarias de coca.
La Paz. Campesinos de una región norteña boliviana dijeron el lunes que expulsaron a militares asignados a la erradicación de coca, materia prima de la cocaína, acusándolos de cometer abusos en la zona donde el cultivo es legal, en un desafío al presidente y líder cocalero Evo Morales.
La acción ocurrida en el municipio subtropical de La Asunta, a unos 150 kilómetros al norte de La Paz, se suma a resistencias previas al ingreso de soldados a zonas cocaleras que obligaron al gobierno a negociar para poder cumplir con su promesa de erradicar las plantaciones excedentarias de coca.
Unos 400 productores de coca sacaron la noche del domingo a los 20 soldados destacados en La Asunta, en una acción pacífica, declaró a radios locales Mario Miranda, líder de uno de los cuatro sindicatos involucrados en la acción.
"En La Asunta no hay coca excedentaria, toda es coca legal. Protestamos porque los militares cometen abusos, no respetan nuestros derechos, y por eso no vamos a permitir más racionalización de cultivos", dijo Miranda.
Esa región cocalera no está controlada por los sindicatos afines al presidente Morales, quien proclamó en diciembre que en el gestión 2011 alcanzó el récord de erradicación de 10.509 hectáreas de cocales, aunque no fue confirmado de inmediato si esa cifra era mayor a la de los nuevos cultivos del año.
Bolivia, tercer productor mundial de coca y cocaína tras Colombia y Perú, sumaba a fin del 2010 unas 30.000 hectáreas de sembradíos, el doble de lo permitido por sus leyes, que limitan la producción a "usos tradicionales" que abarcan lo medicinal, la masticación como fuente energética y lo ceremonial.
No había una versión oficial inmediata del hecho, aparte de una declaración del jefe del puesto militar, teniente Cristian Zubieta, que dijo -según la cadena radial Erbol- que el desalojo se produjo sin violencia y culminó pasadas las 19.00 hora local del domingo (2300 GMT).
La Asunta se incorporó en las dos últimas décadas a la producción de coca en la región de Yungas, a unos 300 kilómetros de Chapare, donde están asentados los poderosos sindicatos cocales encabezados por Morales.
Según cálculos gubernamentales divulgados el 2011, en La Asunta había hasta 3.000 hectáreas de cocales, parte de las por lo menos 15.000 hectáreas que habría en los Yungas y regiones vecinas al norte de La Paz. Otras 15.000 hectáreas de cocales están en Chapare.