Al encuentro con Roberto Ampuero llegaron los ex titulares de la cartera, Alfredo Moreno, Carlos Figueroa, Claudio Grossman, Roberto Ampuero, Alejandro Foxley y Heraldo Muñoz, para la debida coordinación y manejo post resolución de la CIJ, el próximo 1 de octubre.
El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, se reunió este viernes con el Consejo de ex Cancilleres, en la antesala de la entrega del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, a raíz de la demanda marítima presentada por Bolivia.
Al encuentro llegaron los ex titulares de la cartera, Alfredo Moreno, Carlos Figueroa, Claudio Grossman, Roberto Ampuero, Alejandro Foxley y Heraldo Muñoz, para la debida coordinación y manejo post resolución de la CIJ, el próximo 1 de octubre.
Ampuero, tras la reunión, destacó que la política exterior de Chile es de Estado, coherente, sólida y fiable. Asimismo, insistió en que la soberanía no está en juego en este fallo.
De paso, recalcó que Bolivia pidió una transferencia de territorio, pero que luego Evo Morales sufrió “una suerte de amnesia” y ahora “se contenta sólo con dialogar. Es un gran viraje del presidente Evo Morales. Chile siempre ha estado dispuesto a dialogar y conversar bajo el paraguas del tratado de 1904″.
También remarcó que si la corte no obliga a Chile a negociar territorio será un pésimo resultado para Bolivia.
En la misma línea, el canciller del segunda mandato de Michelle Bachelet, Heraldo Muñoz, destacó esos mismos puntos y apuntó a que el zigzagueo boliviano respecto a sus peticiones es una señal de incertidumbre del país vecino respecto a un eventual resultado negativo de la demanda.
Asimismo, Muñoz coincidió con la opinión del senador Ricardo Lagos Weber (PPD), quien recalcó que el presidente Morales no es un interlocutor válido en caso que Chile sea obligado a negociar.
Tras dicha convocatoria, el ministro Ampuero se reunirá durante la tarde con el Comité Asesor para las demandas ante la Corte Internacional de Justicia e insistió que siguen trabajando de forma ordenada y planificada tal como se está haciendo desde que terminaron los alegatos orales en La Haya en marzo pasado.