"Lo que pasa en el mundo nos indica que profundizar la integración no es una opción, es una necesidad y para que ello ocurra es necesario tender puentes", dijo Heraldo Muñoz.
Santiago. El canciller chileno, Heraldo Muñoz, dijo que la integración de América Latina no es una opción sino una necesidad, dado el actual contexto económico mundial, al intervenir en un seminario que busca explorar vías de acercamiento entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur.
"Lo que pasa en el mundo nos indica que profundizar la integración no es una opción, es una necesidad y para que ello ocurra es necesario tender puentes entre las distintas iniciativas de integración regional existentes", sostuvo Muñoz.
El canciller chileno y sus homólogos de varios países de la región participaron en un foro en el marco del seminario "Diálogo sobre Integración Regional: Alianza del Pacífico y Mercosur", que busca tender puentes entre ambos bloque económicos y se desarrolla en Santiago.
La Alianza del Pacífico, creada en 2011, está integrada por México, Colombia, Perú y Chile, todos ellos países con salida al Océano Pacífico.
El Mercosur, en tanto, es una unión aduanera formada por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela.
Muñoz dijo que en el contexto internacional es el de una economía que no logra recuperar el dinamismo previo a la crisis de los años 2008 y 2009.
"Caen los preciso de los recursos básicos que nuestra región exporta y el comercio mundial también se ha ralentizado mostrado una expansión promedio de sólo 2,0 % desde el año 2012", añadió.
Precisó que a ello se suma una economía mundial que se está estructurando cada vez más en macro regiones, como América del Norte, Europa y Asia Central, que se caracterizan por un fuerte comercio interno y una integración productiva.
Señaló que frente a ese escenario América Latina, que siempre ha representado una fuerza económica importante, necesita avanzar en la misma dirección, "hacia una mayor unidad,para defender nuestros intereses y avanzar en un desarrollo sostenible e inclusivo"
El canciller recalcó que actualmente el comercio interregional de América Latina y El Caribe alcanza apenas a un 18% y que las cadenas regionales de valor es todavía muy escasa.
A su juicio el potencial que ofrece el mercado consumidor latinoamericano de 600 millones de habitantes es por definición superior a cualquier forma de integración por separado.
Sin embargo, recalcó que la integración regional "hay que construirla sobre hechos concretos, como un edificio de ladrillos y ya existen las bases para hacerlo".
Especificó que el Mercosur y la Alianza por el Pacífico, si bien responden a modelos económicos de integración distintos, constituyen dos componentes esenciales.
"La concertación de los dos bloques puede fortalecer nuestra voz y de toda la región", dijo.
"Una región dividida entre el Atlántico y el Pacífico no nos favorece, nos debilita. De hecho, nuestra condición bioceánica es estrategia y nos favorece porque no conecta con los medios de consumo a nivel internacional", aseguró.
"Sabemos que no será una tarea simple, no estamos buscando expectativas desmedidas, creemos que es factible avanzar con realismo y con voluntad política", dijo el canciller.
Explicó que desde un principio hemos hablado de una convergencia en la diversidad en vez de iniciativas refundacionales que no tienen un sustento real, partiendo de una trabajo conjunto en aquellas áreas donde exista comunidad de intereses.
"No implica que la Alianza del Pacífico o el Mercosur renuncien a sus respectivas identidades, de lo que se trata es de tender puentes entre ambos esquemas", enfatizó.
Por su parte, los cancilleres de Argentina, Héctor Timerman; de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo; de México, José Antonio Meade; de Perú, Gonzalo Gutiérrez; de Paraguay, Eladio Loizaga; y de Uruguay, Luis Almagro, coincidieron en la necesidad de avanzar en la integración de ambos bloques.
"Somos distintos en el comercio y en lo económico, pero la idea de convergencia en la diversidad es esencial", dijo el canciller Figueiredo.
También planteó que, aunque la tarea no es simple, no tiene ningún sentido que los países con salida al Atlántico y al Pacífico se sigan dando la espalda en lugar de aprovechar la ventaja excepcional que representa tener acceso comercial hacia ambos océanos.
Además indicó que hay muchas instancia en las que se puede avanzar desde ya en materia de integración en infraestructura, ciencia y tecnología, energía e infraestructura y movimiento de personas, sin alterar las características específicas de cada pacto.
Por su parte, el canciller argentino hizo hincapié en la necesidad de avanzar hacia la industrialización de la región, para que esta deje de ser sólo exportadora de materias primas y como una forma de incrementar el intercambio de bienes con valor agregado al interior de la región y fuera de la región.