Rafael Roncagliolo dijo que la fortaleza de la posición peruana radica en que coincide con el principio de la Corte de La Haya, de que los tratados de límites deben ser expresos.
Lima. El canciller Rafael Roncagliolo ratificó que el Perú espera un resultado positivo en el contencioso jurídico en la Corte de La Haya por los límites marítimos con Chile debido a la solidez de sus argumentos, y pidió a la ciudadanía esperar con tranquilidad el desarrollo de la fase oral del proceso.
“Hay que hacer lo que estamos haciendo que es crear tranquilidad y esperar un fallo positivo”, indicó.
Refirió que la fortaleza de la posición peruana radica en que coincide con el principio de la Corte de La Haya, de que los tratados de límites deben ser expresos, hechos con ese propósito, y no implícitos o indirectos.
En ese sentido, ratificó que no existe un tratado de límites marítimos entre Perú y Chile, y subrayó que los convenios suscritos en la década de 1950, defendidos por el gobierno de Santiago como tratados limítrofes, están referidos a asuntos pesqueros.
Asimismo, descartó que Chile tenga alguna “carta bajo la manga”, porque en la fase oral ya no se puede introducir nuevos documentos, salvo raras excepciones, y si los tuviera, dijo, ya los hubiera mostrado.
Roncagliolo resaltó también que tras una primera reacción de fastidio, el gobierno de Colombia haya manifestado su voluntad de recurrir a los instrumentos del derecho internacional para expresar su disconformidad con la sentencia de la Corte de La Haya en el contencioso con Nicaragua.
Por otro lado, el jefe de la diplomacia peruana opinó que tratándose el diferendo marítimo de un proceso de naturaleza jurídica, cualquier presencia política podría ser contraproducente.
Sostuvo que así como en una sala de cirugía solo están los médicos, en el tema de La Haya es imposible generar presiones políticas.
En ese marco, dijo que si bien el Congreso tiene toda la facultad de enviar una delegación de parlamentarios a La Haya, se debe tener en cuenta que es un proceso netamente jurídico, en el cual las impresiones políticas no tienen ninguna cabida.
“El Congreso tiene la facultad para decidirlo, pero a mi me parece que hay que tener en cuenta el evitar actitudes que puedan ser contraproducentes”, afirmó.