Serguéi Lavrov, se reunió el 10 de mayo con el secretario de Estado Rex Tillerson y con el presidente estadounidense, Donald Trump. Los políticos debatieron cuestiones relacionadas con la colaboración, principalmente en Siria.
La visita de Serguéi Lavrov a Washington era la respuesta al viaje que Rex Tillerson hizo a Moscú el 11 de abril. El secretario de Estado se reunió entonces con Lavrov y más tarde con Vladímir Putin. Por su parte, Lavrov mantuvo una conversación con su homólogo estadounidense y después con Donald Trump.
El director general del Consejo Ruso para los Asuntos Internacionales, Andréi Kortunov, subrayaba en una entrevista para Gazeta.ru que la reunión no fue solamente una muestra de cortesía: “La política exterior de EE UU, pese a todo el peso de la figura del secretario de Estado, sigue estando en manos del presidente. En mi opinión, Trump tenía un mensaje que enviar al presidente Putin y debía hacerlo en persona a través de Lavrov”.
Los presidentes viajarán a Hamburgo. La reunión entre Lavrov y Trump duró unos 40 minutos y uno de los principales resultados mencionados por el político ruso durante la rueda de prensa ha sido la confirmación de la fecha para el primer encuentro en persona entre Putin y su homólogo estadounidense. Según ha declarado Lavrov, Putin y Trump se reunirán durante la cumbre del G20 la primera semana de julio.
Lavrov ha confirmado que antes del encuentro entre los dos presidentes habrá que trabajar en algunas cuestiones (en referencia a Siria) y prepararse para conseguir “unos resultados concretos y tangibles”. De esto, según el ministro, se encargarán él y Rex Tillerson.
"Rusia no intervino en las elecciones estadounidenses". Durante la rueda de prensa, los periodistas estadounidenses intentaron averiguar si en las relaciones entre Rusia y EE UU influirá el despido del director del FBI, James Comey. Hay medios estadounidenses que lo atribuyen a la investigación del FBI sobre la posible intervención de Moscú en las elecciones de EE UU. Antes de su encuentro con Tillerson, Lavrov bromeó con la prensa, respondiendo: “¿Lo han despedido? ¡Está de broma!”.
El 10 de mayo, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, respondiendo a la pregunta de una periodista del CBSN (entonces Putin salía a una pista de hielo para participar en un partido amistoso de hockey), declaró que el despido de Comey es un asunto interno de EE UU y que Rusia no tenía nada que ver con ello. Por su parte, Lavrov se ha negado a comentar los rumores sobre la injerencia de Rusia en las elecciones estadounidenses, que considera una “bacanal sensacionalista”.
Comparando la Administración de Trump con la de su sucesor, Barack Obama, Serguéi Lavrov subrayaba que con Trump el diálogo entre Rusia y EE UU ha quedado libre de toda ideologización. “Trump y su administración son hombres de negocios dispuestos a negociar”.
Siria y otras cuestiones. Durante su rueda de prensa, Lavrov dedicó la mayor parte de su atención a la cuestión siria, subrayando que EE UU podía contribuir a la creación en el país de zonas de regulación (en las que estará prohibido abrir fuego). El ministro mencionó que Rusia y EE UU están de acuerdo sobre los lugares donde deberían ubicarse estas zonas y sobre el modo en que deberían funcionar. Rusia y EE UU, según Lavrov, están dispuestos a colaborar en lo que respecta a Siria. “Lo importante para EE UU en Siria es derrotar al terrorismo. En esto estamos totalmente de acuerdo”, declaraba Lavrov.
Lavrov y Trump no trataron la cuestión de las sanciones unilaterales contra Rusia introducidas por la administración de Obama en diciembre de 2016. Al mismo tiempo, según Lavrov, Washington es consciente de que la confiscación de propiedades de los diplomáticos rusos fue una medida ilícita.