Canciller venezolano, Nicolás Maduro, se reunió este lunes y martes con varios gobiernos del cono sur, y así continuaría este miércoles, para buscar respaldos e intentar reducir el conflicto con Colombia.
Caracas/Bogotá. En un acelerado tour para buscar respaldo sudamericano en la crisis con Colombia, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, se reunía este martes con varios Gobiernos del cono sur para hacer consultas, buscar respaldo e intentar que el conflicto con Colombia no pase de castaño a oscuro.
"El jueves ya nuestro Gobierno presentaría en la reunión de la Unión de Naciones Suramericanas en Quito un propuesta concreta que permita canalizar una metodología para un plan de paz", dijo Maduro en rueda de prensa tras un encuentro con la presidenta argentina, Cristina Fernández.
La agitada gira del canciller venezolano arrancó este lunes por Brasil, donde dijo a periodistas que halló comprensión y simpatía del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que ya se había mostrado dispuesto a mediar entre los dos países.
Después voló a la capital paraguaya y este mismo martes se reunió con los mandatarios de Uruguay y Argentina. La autoridad planeaba visitar al canciller de Chile.
Además, este miércoles espera reunirse con el Gobierno de Perú y el presidente de Bolivia, un fuerte aliado del socialista Chávez.
Alerta. "Aspiramos con esta gira alertar al continente que estemos pendientes de cualquier amenaza de agresión contra nuestro pueblo, nuestro país, la República Bolivariana de Venezuela", dijo Maduro en Paraguay en la madrugada de este martes.
"Hemos rechazado la mentira infame que se ha lanzado contra nuestro país", agregó tras reunirse con el presidente Fernando Lugo y su canciller.
La crisis estalló cuando Colombia presentó la semana pasada ante la Organización de Estados Americanos (OEA) documentos y fotos que supuestamente prueban que Venezuela da refugio a 1.500 rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Casi de inmediato, el presidente venezolano, Hugo Chávez, rechazó las denuncias, rompió las relaciones diplomáticas con su vecino -que desde hace ocho años viven en un sube y baja- y puso en alerta a sus fuerzas armadas en la frontera.
Pero el Gobierno colombiano, el mayor aliado de Estados Unidos en la región, ha dicho que no movilizará tropas. Y analistas ven poco probable que se llegue a un choque armado.
Peor impasse en 23 años. Este es el peor impasse que atraviesan las dos naciones andinas desde 1987, cuando los vecinos estuvieron al borde de un conflicto armado luego de que un barco de guerra colombiano fuera interceptado por la Armada de Venezuela en una zona marítima bajo disputa limítrofe.
Desde mediados del 2009, Venezuela mantiene casi congelado el comercio bilateral en rechazo a un acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos que Chávez considera una amenaza para la seguridad del productor petrolero miembro de la OPEP.
Chávez ha dejado la puerta abierta a una reconciliación con el sucesor de Uribe, Juan Manuel Santos, que recibirá la banda presidencial colombiana el 7 de agosto y se ha mostrado más conciliador para recomponer las relaciones con su vecino.