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Candidato oficialista en Costa Rica promete bajar déficit con reforma fiscal y austeridad
Martes, Marzo 27, 2018 - 08:13

El ex ministro Carlos Alvarado, que aparece en las encuestas en un empate técnico con el candidato ultraconservador Fabricio Alvarado, ha prometido llevar el déficit de 6,2% del PIB actual a un 3% en el 2022.

San José. El candidato oficialista de centroizquierda Carlos Alvarado Quesada prometió, en una entrevista, reducir a la mitad el creciente déficit fiscal con una reforma fiscal integral y medidas de austeridad que devuelvan el equilibrio a la economía del país centroamericano.

Los sondeos están divididos entre los que muestran un empate entre Alvarado Quesada y el exdiputado evangélico Fabricio Alvarado Muñoz, y los que dan al aspirante ultraconservador una cómoda ventaja para el balotaje del domingo tras una campaña que ha orbitado en torno al debate sobre el matrimonio igualitario.

Mientras, las autoridades nacionales y las agencias de calificación crediticia han advertido de la situación límite del déficit para la economía, que el próximo año podría crecer casi un punto al 7,1% disparando los intereses de la deuda y erosionando más las finanzas públicas.

"Nos comprometemos en cuatro años a, tanto por la vía del gasto como la vía de ingresos y eficiencia de lo público (...), llevar el déficit de 6,2% del PIB actual a un 3% en 2022", dijo el exministro Alvarado Quesada, quien con 38 años podría convertirse en el presidente más joven del país.

Sin embargo, el actual gobierno de Luis Guillermo Solís, en el que Alvarado Quesada ocupó las carteras de Desarrollo Social y de Trabajo, fracasó durante cuatro años en lograr un consenso para crear un Impuesto al Valor Agregado, limitar los salarios públicos y grabar las ganancias de capital.

Además, el oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC) pasó a ser la tercera fuerza en la Asamblea Legislativa tras perder tres curules en la primera ronda electoral del 4 de febrero, por lo que tendrá que negociar su agenda económica con formaciones mayoritariamente conservadoras.

"La ventaja competitiva que tengo (para la reforma fiscal) es que el tiempo se nos agotó. No hay ya tiempo para mayores discusiones", dijo el aspirante, con chaqueta gris y camisa blanca sin corbata, en un mercado ecológico de la capital.

Además, consideró que el actual proyecto para discutir por la vía rápida una reforma fiscal de mínimos, con concesiones como un IVA del 13% y no del 15% original, "no es suficiente" y aseguró que es posible mantener la inversión social pero con "austeridad y disciplina fiscal".

Sin embargo, Alvarado dijo que no acudirá a los mercados internacionales para financiarse hasta que la reforma fiscal no haya dado sus primeros pasos, sobre todo con la aprobación del IVA, que sustituirá al anticuado impuesto general de ventas que no grava a muchos sectores.

Mantener sistema de flotación. Alvarado Quesada mantendrá la negativa a ingresar a la Alianza del Pacífico, un incipiente pacto comercial que impulsan México, Colombia, Chile y Perú, hasta negociar mejores condiciones para el sector agropecuario e industrial.

El experiodista, con estudios en el Reino Unido, también se mostró contrario a una devaluación de la moneda local como pide el sector exportador y apuesta por mantener el sistema de flotación libre del colón, pero con mayor transparencia de las intervenciones del banco central.

El aspirante cree que la "mano dura" que promete su rival contra la criminalidad récord solo agravaría la situación y se mostró crítico con cómo Solís manejó los casos de corrupción que salpicaron al gobierno, como el "cementazo", donde se investigan créditos públicos irregulares para importar cemento chino.

Además, volvió a defender su propuesta de inclusión para marcar distancias con su contrincante, cuyo rechazo a la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo disparó su apoyo en un país mayoritariamente conservador.

"No oculté mi posición por un rédito electoral. Fui sincero con la ciudadanía (pese a que era impopular)", dijo sobre su apoyo al matrimonio gay, que dominó buena parte de la campaña y que ahora está en manos de la corte constitucional del país.

Sin embargo, el novelista y excantante de rock mostró los límites a la agenda progresista con el tema del aborto, donde tratará de que la ley vigente, que permite la interrupción del embarazo en casos de riesgo para la madre, se aplique después de casi 50 años sin reglamentar.

"No estamos impulsando ningún cambio (...) la discusión está en la implementación. Si bien existe esa ley no hay un protocolo para hacer cumplir eso (lo que supone) un riesgo para las mujeres", consideró.

Autores

Reuters