Después de que el presidente venezolano se emocionara en un discurso por la libertad perdida al desempeñarse como jefe de Estado, Capriles dijo: "yo le pregunto al candidato del Gobierno, después de 14 años, ¿por qué llora por él?".
El candidato opositor, Henrique Capriles, se indignó este domingo ante las lágrimas que derramó Hugo Chávez por su "libertad" perdida desde que ganó la presidencia de Venezuela y le preguntó a su rival para los comicios del 7 de octubre quién llora entonces por la inseguridad, la ineficiencia y el desgobierno.
Vitoreado por miles de simpatizantes en una humilde y simbólica barriada capitalina, Capriles cargó contra el mandatario, que con los ojos humedecidos y la voz quebrada hizo votos este sábado por volver a volar "libre como el viento" una vez haya concluido su proyecto socialista en el país petrolero.
"Ayer veía al candidato del Gobierno que al final termina en llanto pidiendo que él quiere ser libre. Y yo le pregunto al candidato del Gobierno, después de 14 años, ¿por qué llora por él?", exclamó el aspirante opositor, tras una intensa caminata por el sector Carpintero en el populoso barrio de Petare.
"¿Quién llora por las madres que a esta hora están velando en alguna funeraria a su hijo que cayó producto de la violencia? ¿Quién llora por esa madre? ¿Quién llora cuando los recursos no alcanzan y todas las noches se preguntan cómo voy a hacer para darles de comer a mis hijos? ¿Quién llora por eso?", se preguntó el joven gobernador, enfundado en una camisa naranja intenso.
Chávez lidera la intención de voto en la mayoría de los sondeos por más de 10 puntos, pero un reconocido estudio puso la semana pasada a Capriles ligeramente por encima del militar retirado, dibujando un reñido escenario de empate técnico entre ambos candidatos a tres semanas de las elecciones.
Capriles está convencido de que su estrategia "casa por casa", con la que está recorriendo de arriba a abajo el país caribeño para buscar el contacto directo con los electores, acabará por imponerse a los actos masivos pero menos cercanos del líder socialista de 58 años.
Tras someterse a tratamientos de quimioterapia y radioterapia para combatir el cáncer que le diagnosticaron el años pasado, el militar retirado se muestra menos enérgico y activo que en otras campañas pese a que asegura estar curado.
La elección en Venezuela es seguida muy de cerca ya que un cambio de poder en el país con las mayores reservas mundiales de crudo tendría importantes repercusiones en la región y los mercados.
Petare como síntoma. Capriles llegó a Petare, una de las barriadas más grandes y peligrosas de América Latina, apoyado por miles de seguidores que agitaban banderas multicolor y bailaban animados al ritmo de salsa y samba que inundaba una caravana de 3 kilómetros.
Para la oposición, la masiva convocatoria en zonas populares como Petare muestra que la correlación de fuerzas ha cambiado en Venezuela. Tras ser bastión electoral del chavismo durante años, los adversarios del mandatario ganaron la alcaldía en 2008 aupados por el creciente descontento a la gestión oficialista.
"Lo único que quiere el Gobierno es profundizar la revolución: no hay propuestas para Petare, para los jóvenes, para solucionar los problemas de cada día", dijo el "flaco", como lo llaman sus seguidores y cuya propuesta emula el modelo brasileño que mezcla economía de mercado con acento social.
Pero este laberíntico barrio de angostos callejones e inestables casas de ladrillo a la vista está lejos de comulgar en bloque con la propuesta opositora. Un grupo de exaltados arrojaron botellas de vidrio a la marcha mientras algunos vecinos imprecaban a los adversarios del "Comandante".
"No tienen chance (oportunidad)", gritó un motorizado ataviado del característico rojo revolucionario a una activista del grupo de Capriles, en medio del bullicio y el caos típico del fin de semana en las zonas populares de Caracas.
El gobernador, de 40 años, pide votar contra el proyecto "mesiánico y personalista" de Chávez, a quien acusó de estar enfermo de poder y haberse alejado de las preocupaciones de los venezolanos, encabezadas de lejos por la alta criminalidad que afecta sobre todo a los sectores más humildes.
"No me gusta Chávez porque fomenta el odio, la discordia, siempre con insultos y su descaro. Ha regalado los recursos del país. Lo que le interesa a él no es lo que nos interesa a nosotros", aseguró Ana Rodríguez, de 50 años, que tiene un pequeño abasto en el humilde sector de Mesuca.
Sin embargo, el oficialismo vincula a Capriles con los desprestigiados partidos políticos tradicionales y asegura que de ganar impulsará un "paquete neoliberal" que los venezolanos asocian a las sucesivas crisis económicas y grandes escándalos de corrupción que asolaron al país desde la década de 1980.
"Ahora tratan de arropar nuestra propuesta con guerra sucia, dicen que tenemos un paquete oculto", dijo Capriles, a quien Chávez suele recriminar sus orígenes de clase alta. "El único paquete que queremos quitarnos es éste (Chávez)", zanjó.