El líder del Frente 30, Martín Pérez, alias “Richard”, fue capturado portando unos 700.000 euros en efectivo.
Un importante golpe a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) propinó la Policía Nacional de ese país, al detener al jefe del Frente 30 de la guerrilla, “Richard”, quien presuntamente está encargado de manejar dinero proveniente del narcotráfico que financia las operaciones del grupo armado. Al momento de ser detenido, el paramilitar portaba unos 700.000 euros en efectivo en moneda nacional.
Richard, cuyo verdadero nombre es Martín Pérez Castro, fue rastreado por la inteligencia militar cuando abandonó un campamento de las FARC para dirigirse a Alcalá, donde visitaría a su familia. Pérez cayó junto a cuatro subalternos, que estaban encargados de su seguridad personal. A este hombre se le considera responsable del manejo del 60% de los recursos que la guerrilla obtiene con negociones ilegales.
La Policía Nacional señaló mediante un comunicado que “Richard era considerado ‘el capo' de las FARC, porque el secretariado (cúpula de mando) le encomendó el manejo de los dineros producto del narcotráfico, y le dio autonomía para comprar armamento pesado como ametralladoras, fusiles, lanzamisiles tierra-aire y explosivos”. Asimismo, estaba al mando del Frente 30 tras la muerte en combate de Jorge Umenza, alias “Mincho”.
Actitud incomprensible. El ministro de Defensa colombiano, Juan Carlos Pinzón, destacó que con la captura de “Richard” ya son 54 los jefes guerrilleros que han sido “neutralizados” (es decir, atrapados, muertos o que se han entregado) desde que asumió el presidente Juan Manuel Santos. Richard tiene 28 órdenes de captura vigentes por homicidio agravado, secuestro y porte ilegal de armas de fuego.
Pinzón dijo, en todo caso, que el futuro de Pérez Castro podría estar en Estados Unidos. “Por sus actividades de narcotráfico, las autoridades de EE.UU. tienen pensado pedir su extradición”. El ministro también dijo que le parecía inexplicable la actitud de las FARC y del ELN, que han realizado una serie de atentados pese a que una se encuentra negociando la paz y la otra está en vías de sentarse a conversar con el gobierno.