El secretario de Gobierno de Cartagena, Nausícrates Pérez, anunció que la ciudad pedirá una indemnización económica al gobierno de EE.UU., por los daños que agentes del servicio secreto de ese país generaron a su imagen al promocionarla como un paraíso sexual.
El Gobierno colombiano le pidió a Estados Unidos que se disculpe por el escándalo que protagonizaron agentes del servicio secreto y militares de ese país con prostitutas en Cartagena de Indias durante la pasada Cumbre de las Américas, confirmó una fuente oficial.
El reclamo fue presentado por el embajador de Colombia en Washington, Gabriel Silva, directamente ante la Casa Blanca, según aseguró el diplomático al diario bogotano El Tiempo.
"Estados Unidos debe pedir aún más disculpas. Son necesarias y se lo hice saber a la Casa Blanca. Se requiere una expresión más clara para proteger la reputación de Cartagena por unos hechos disciplinarios que son internos de ellos", dijo Silva, según reprodujo Prensa Latina.
El diplomático consideró que la cobertura mediática en la nación norteña en torno al escándalo sexual fue "superficial, amarillista, sensacionalista e injusta".
La canciller colombiana, María Angela Holguín, sostuvo que los agentes del servicio secreto de Estados Unidos involucrados en el escándalo con prostitutas son los culpables y no la ciudad de Cartagena de Indias.
"Me genera mucha tristeza porque se ha vuelto como si Cartagena fuera la culpable, una ciudad que vive del turismo, cuando el responsable es el servicio secreto norteamericano", afirmó Holguín, y agregó que "donde hay hombres, hay prostitución".
Holguín subrayó que quien no cumplió con las normas de conducta fue el personal militar y del servicio secreto que iba a custodiar al presidente estadounidense, Barack Obama, durante su estancia en esa ciudad del Caribe colombiano.
El secretario de Gobierno de Cartagena, Nausícrates Pérez, anunció por su parte que la ciudad pedirá una indemnización económica al gobierno de EEUU, por los daños que agentes del servicio secreto de ese país generaron a su imagen al promocionarla como un paraíso sexual.
El escándalo comenzó cuando una prostituta se quejó ante la policía colombiana de que un hombre que la contrató, que resultó ser uno de los agentes asignados al esquema de seguridad del presidente Barack Obama durante su presencia a la sexta Cumbre de las Américas, celebrada el 14 y 15 de abril, no le pagó la cifra acordada.
Después se conocieron informaciones periodísticas en el sentido de que varios agentes solicitaron prostitutas durante su permanencia en Cartagena de Indias.
El miércoles pasado, el servicio secreto estadounidense informó que tres de los 11 agentes involucrados en el caso se apartarán de sus funciones, mientras que los otros ocho se encuentran desempeñando tareas administrativas y perderán sus credenciales de agentes de seguridad.