Un supuesto zar de las drogas confinado en una cárcel de alta seguridad en las afueras de Bogotá se ha convertido en el símbolo poco probable de la amistad entre Colombia y Venezuela, cuya rivalidad durante años reflejó las profundas fisuras ideológicas de Latinoamérica.
Caracas. Un supuesto zar de las drogas confinado en una cárcel de alta seguridad en las afueras de Bogotá se ha convertido en el símbolo poco probable de la amistad entre Colombia y Venezuela, cuya rivalidad durante años reflejó las profundas fisuras ideológicas de Latinoamérica.
Walid Makled, un venezolano también conocido como "El Turco", es sospechoso de ser uno de los narcotraficantes más grandes del mundo y de haber ayudado a despachar toneladas de cocaína colombiana hacia Estados Unidos.
Hace alarde de poseer una fortuna de US$1.200 millones, mientras alega que el gobierno del presidente Hugo Chávez lo ayudó a amasar esa riqueza.
Su extradición fue solicitada por los Gobiernos de Estados Unidos y Venezuela pero el conservador presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, decidió entregarlo a su nuevo amigo Chávez.
Makled podría ser enviado a Venezuela en las próximas semanas sellando un giro que pocos previeron en las relaciones entre Colombia -el más firme aliado de Estados Unidos en la región- y Venezuela, el crítico más fiero de Washington en Latinoamérica-.
Los vecinos andinos arrastran años de altercados por las discusiones sobre la influencia de Estados Unidos en la región y acusaciones de que Venezuela apoya a rebeldes colombianos, pero las relaciones han mejorado notablemente desde que Santos tomó el poder en agosto pasado.
"Santos sabe que tiene mucho sentido calmar las aguas con Venezuela", dijo el analista estadounidenses Michael Shifter, destacando los acuerdos comerciales y los beneficios potenciales de seguridad regional, así como la reputación de Santos en la región.
El caso de Makled también evidencia el nuevo grado de independencia que tiene Colombia de Washington, comparada a los lazos cercanos que mantenía bajo el mandato del ex presidente Alvaro Uribe.
Eso juega a favor de Santos en Latinoamérica pero también les da a los políticos norteamericanos mayores argumentos para retardar un tratado de libre comercio que Colombia quiere concretar con Estados Unidos. Dos senadores republicanos han enviado cartas a Santos presionando sobre este hecho.
Acusaciones sobre Venezuela. Desde prisión, Makled le ha estado diciendo a todo aquel interesado en escuchar que por ocho años él trabajó con una red de soldados venezolanos y funcionarios del Gobierno manejando circuitos de narcotráfico.
En una reciente entrevista con la cadena televisiva Univisión dijo tener unos 40 oficiales del Ejército en su nómina y una media docena de aviones despegando a diario desde Venezuela, cargados de cocaína, en ruta hacia Honduras y luego a México y Estados Unidos.
Ha prometido hacer mayores revelaciones en su juicio e incluso solicitó una audiencia en el Parlamento venezolano.
Chávez se burló de las acusaciones calificándolas de desvaríos de un "bandido narcotraficante" y dijo que Washington quería a Makled para construir un caso falso contra Venezuela.
"Es un poco como una papa caliente para Venezuela. Habrá mucha atención puesta en cómo Chávez lidiará con él", dijo Shifter.
Detectando una oportunidad de avergonzar a Chávez antes de las elecciones presidenciales del año próximo, la oposición está pidiendo para Makled un juicio público y alegan que temen que Chávez pueda amordazarlo.
Venezuela es una ruta mayor de tráfico, moviendo cocaína colombiana hasta Europa y Estados Unidos, señalan reportes de Naciones Unidas.
"Es evidente que algunas de las operaciones que hizo Walid Makled no eran posibles sin la autorización de altos funcionarios del Estado", dijo el editor opositor Teodoro Petkoff.
Interés de EE.UU. El reto para Chávez, quien asumió el poder en 1999 y ha negado repetidamente que su Gobierno ignore el tráfico de drogas, es cómo asegurarse de que Makled afronte la justicia sin provocar una tormenta en los medios.
"Se cree que Makled es dueño de las joyas de la corona en materia de información sobre narcotráfico en Venezuela: la participación de las fuerzas de seguridad y parte de la clase política", dijo Jeremy McDermott, de la consultora de seguridad InSight.
McDermott, basado en Colombia y cuya organización analiza el crimen en Latinoamérica y el Caribe, predice que los secretos de Makled quizás nunca se revelen.
"El será condenado por narcotráfico y quizás por homicidio y desaparecerá en una prisión. Y con él desaparecerá la que tal vez sea la visión más precisa del sistema de tráfico de drogas en Venezuela, un país que ahora maneja un estimado de 200 toneladas de cocaína cada año", agregó.
A pesar de sus razones evidentemente políticas, Colombia dice que la solicitud de extradición de Venezuela prevaleció sobre la de Estados Unidos, porque vino primero.
Un vocero del equipo legal de Makled, Juan Carlos Giraldo, dijo a Reuters que el sospechoso probablemente sería enviado a Venezuela en un mes o seis semanas.
"Walid quiere seguir colaborando y haciendo denuncias", dijo Giraldo en una entrevista telefónica.
Antes de su extradición los investigadores estadounidenses están teniendo acceso a Makled, quien fue puesto en una lista de narcotraficantes importantes en el 2009 por el presidente Barack Obama.
Makled tenía múltiples intereses en Venezuela, que incluían una aerolínea de su propiedad y el manejo del puerto más importante del país.
Fue arrestado en Colombia en agosto. Antes de eso, sus tres hermanos fueron capturados en el 2008 luego de que la policía encontró 300 kilos (660 libras) de cocaína en su hacienda familiar.
"Incluso entre los narcotraficantes globales, Makled es un rey entre los capos", indica una acusación de Estados Unidos que lo acusa de sobornar a funcionarios venezolanos para construir pistas de aterrizaje entre el 2006 y 2010.