Con más del 95% de actas procesadas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) dijo que el candidato socialista Pedro Castillo tiene un 50,18% de los votos; mientras la derechista Keiko Fujimori un 49,82%.
Lima. El candidato socialista Pedro Castillo amplió este lunes su estrecha ventaja sobre la derechista Keiko Fujimori mientras avanzaba el conteo oficial de la segunda ronda electoral presidencial de Perú, en una de las contiendas más polarizadas en décadas en el país.
El recuento oficial muestra a Castillo con un 50,18% de los sufragios y a Fujimori con un 49,82%, con cerca del 95,13% de los votos procesados. La diferencia aumentó a 60.899 votos mientras llegan los datos de las últimas papeletas, mayormente procedentes de áreas rurales, más favorables al candidato de izquierda.
Castillo, de 51 años y que se ha convertido en un paladín de los pobres, ha prometido reformular la Constitución para reforzar el papel del Estado y quedarse con una mayor parte de los beneficios de las empresas mineras.
El también profesor de primaria llegó en la mañana procedente del pueblo Tacabamba, la tierra del candidato en el norte andino del país, y saludó con las manos alzadas y una bandera peruana a sus simpatizantes al llegar a su local partidario, donde había ambiente de celebraciones de cientos de sus personas con cánticos, cornetas y banderas peruanas.
Castillo, que había llamado a sus seguidores a "defender su voto", canceló una anunciada conferencia de prensa.
El probable final de fotografía podría dar lugar a días de tensión, ya que la votación pone de manifiesto la fuerte división entre la capital, Lima, y el interior del país, que ha impulsado el inesperado ascenso de Castillo.
"Lo único que queremos ahora es democracia, que todo sea democrático. Que gane quien gane, el otro lo acepte y no empiece ningún lío", dijo Lili Rocha, una votante en Lima, la capital.
Incertidumbre agudizada. Lucía Dammert, académica peruana radicada en Chile, predijo días complicados, con posibles impugnaciones de los votos y solicitudes de recuento. Dammert pronostica protestas sobre todo si Fujimori gana. "Lo que está claro es que si Keiko gana va a tener que encerrarse en una fortaleza en Lima y aguantar lo que pase en el resto del país", dijo.
Fujimori, de 46 años, hija del expresidente Alberto Fujimori, encarcelado por abusos contra los derechos humanos y corrupción, pidió "prudencia, calma y paz a ambos grupos".
"Gane quien gane, tiene que dialogar con el Gobierno y otras fuerzas políticas, estamos en un país polarizado", afirmó por su parte el analista político Andrés Calderón.
Pasado el mediodía del lunes, Castillo tenía 8.482.812 votos frente a los 8.421.913 de Fujimori. Se espera que el voto rural, más lento de contar, pueda seguir ayudando a Castillo, aunque los votos no contados en el extranjero podrían ir a Fujimori.
"A no ser que el ajustadísimo escenario que muestran el conteo rápido resulte erróneo, parece que se avecinan varios días de gran incertidumbre", afirma el informe.
Los mercados financieros de activos peruanos bajaban en medio de la incertidumbre y las expectativas por los resultados.
La moneda peruana reducía mayor pérdida inicial y a las 12.20 hora local (1720 GMT) caída un 2,21%, a un nuevo mínimo histórico, mientras que el índice selectivo de la bolsa de Lima se hundía un 7,83%.
Crisis por resolver. La tensa elección, que se produjo después de que Perú pasara por tres presidentes en una semana el año pasado, ha sacudido sus mercados de divisas y de deuda, mientras que las empresas mineras temen que Castillo pueda dar paso a una mayor intervención estatal en el sector.
La vendedora ambulante Natalia Flores afirmó que no había votado por ninguno de los candidatos, pero tenía la esperanza de que quien ganara lideraría al país más allá de la reciente agitación política y la pandemia.
"Quien salga adelante, creo que tendrá que hacer un buen trabajo porque en Perú el tema de la pandemia es terrible para nosotros económicamente. El trabajo es inestable", refirió. "Ya sea el señor Castillo o la señora Keiko (Fujimori), espero que hagan un buen trabajo en los próximos cinco años".
Castillo, hijo de campesinos y líder sindical, ha sido la sorpresa de estas elecciones porque su ascenso fue poco antes de la primera ronda electoral en abril, cuando ganó sin los votos suficientes para evitar un balotaje.
Sin embargo, los analistas también afirman que quien gane tendrá un mandato debilitado, dadas las fuertes divisiones existentes en Perú, y se enfrentará a un Congreso fragmentado en el que ningún partido tendrá mayoría, lo que podría paralizar cualquier reforma importante.
Los dos candidatos prometieron remedios muy diferentes para un país que ha sufrido escándalos de corrupción en los últimos años y una fuerte caída económica provocada por el brote de COVID-19 más mortífero del mundo por cantidad de habitantes.
Fujimori ha prometido seguir el modelo de libre mercado y mantener la estabilidad económica en Perú, segundo productor mundial de cobre, con "mano dura de madre".