Según la oficina electoral Pedro Castillo logró el 50,125% de los votos de la segunda ronda electoral. "Un nuevo tiempo se ha iniciado", dijo el izquierdista al conocerse el resultado. Su rival, Keiko Fujimori, afirmó que insistirá que el jurado electoral termine de revisar sus pedidos de impugnación.
Lima. El socialista Pedro Castillo se adjudicó este martes la victoria en las elecciones presidenciales de Perú después de aferrarse a una pequeña ventaja con todos los votos contados, a pesar de que su rival en el balotaje, la derechista Keiko Fujimori, sigue comprometida a impugnar el resultado.
Castillo, un profesor y dirigente sindical, obtuvo 44.058 votos más que Fujimori, quien ha hecho denuncias de fraude con pocas pruebas y ha intentado anular algunos votos. El resultado no ha sido anunciado formalmente por las autoridades electorales, pero Castillo reclamó la victoria en Twitter.
Según la oficina electoral ONPE Castillo logró el 50,125% de los votos de la segunda ronda electoral del 6 de junio.
"Un nuevo tiempo se ha iniciado", dijo Castillo de 51 años, junto a una imagen de sí mismo con los brazos en alto, con la palabra "presidente" en letras grandes y su lema de toda la campaña: "No más pobres en un país rico".
"Gracias a los pueblos de todo el Perú que desde su diversidad y fuerza histórica me han brindado su confianza. Mi gobierno se deberá a toda la ciudadanía", manifestó.
También actualizó su perfil de Twitter para incluir "Presidente electo de la República del Perú (2021-2026)".
Pero por la noche, Fujimori dejó en claro que no dará su brazo a torcer y afirmó que insistirá que el jurado electoral termine de revisar sus pedidos de impugnación y anulación de votos emitidos con supuestas irregularidades.
"Vamos a defender la democracia del Perú", dijo ante cientos de seguidores sobre un estrado frente a su local partidario en Lima. "Confiamos en las autoridades electorales sí, pero más confiamos en la voluntad popular, y sabemos que cuando analicen esas irregularidades lo más probable es que nos den la razón".
El proceso de conteo de votos se había estancado por las impugnaciones de votos, pero aún hay pedidos en curso de nulidad de sufragios, la mayoría por parte la hija mayor del encarcelado expresidente Alberto Fujimori, una situación que podría dilatar por días el anuncio oficial de ganador.
Castillo refirió más temprano que es respetuoso de las autoridades electorales, pero las instó a asumir la responsabilidad de terminar cuanto antes el proceso y rechazó pedidos de anular las elecciones por parte de sus opositores.
"Se siguen estigmatizando las cosas, se sigue llamando desde otros espacios a querer tumbarse la elección", dijo Castillo en una declaración a la prensa extranjera, en la que se excusó de responder preguntas.
La ajustada elección, la más polarizada en décadas en Perú, ha dejado expuestas fracturas en la sociedad peruana.
Un grupo de altos oficiales retirados de las fuerzas armadas cuestionó el lunes la labor del jurado electoral y algunos políticos de derecha que apoyan a Fujimori han planteado hasta anular los comicios por supuesto "fraude".
Uno de ellos fue Jorge Montoya, militar retirado del partido de Fujimori que ingresó al Congreso con una de los votaciones más altas, quien pidió por Twitter anular el proceso.
"No vamos a permitir que se siga discriminando a un pueblo oprimido por mas años. Democráticamente las cosas se han puesto en la mesa y democráticamente se tiene que dar una salida", dijo Castillo, en su local partidario en el centro de Lima.
El partido de Castillo ha rechazado acusaciones de fraude y los observadores internacionales del proceso en Lima han manifestado que las elecciones fueron transparentes.
Tendiendo puentes. Castillo se reunió con diferentes políticos y autoridades locales, en un esfuerzo por buscar puentes y acercamientos para un eventual gobierno. Uno de ellos fue el excandidato presidencial centrista Julio Guzmán, que dio su respaldo y reconocimiento como ganador de las elecciones.
"Ya es el momento en que tenemos que respetar a nuestras instituciones, nos gusten o no nos gusten los resultados, tenemos que aceptar las reglas de juego y las reglas de juego han sido bastante claras", afirmó a periodistas.
Los peruanos que votaron por Castillo en la segunda vuelta electoral se han impacientado.
Ricarte Vásquez, de 32 años, oriundo del norte de Cajamarca, calificó el estancamiento actual como "vergonzoso" cuando vendía un refrigerio de desayuno con camote frito y yuca en un concurrido cruce de Lima donde los minibuses recogen pasajeros.
"Si Keiko hubiera ganado, ya estaría decidido", dijo. "Voté no sólo por un cambio de gobierno, sino también por un cambio en el país", agregó Vásquez, que espera que la situación de los trabajadores informales como él, muchos de los cuales sufrieron un duro golpe por la pandemia, cambie con Castillo presidente.
Para finales del martes simpatizantes de Fujimori han convocado por las redes sociales a una marcha, y planean hacer un "plantón" frente al Jurado Nacional de Elecciones en Lima.
En los últimos días se han realizado marchas de partidarios de ambos candidatos en Lima.
Castillo, que busca reescribir la Constitución, ha recibido ya el saludo adelantado de líderes y mandatarios de izquierda de América Latina, algo que enojó al gobierno, que pidió a la comunidad internacional esperar los resultados finales.
De confirmarse los resultados, la victoria de Castillo supondría un impulso para la izquierda en la región. El socialista procede de una zona pobre del norte de Perú y ha motivado a los votantes rurales, enfadados por sentirse relegados en el crecimiento económico del país.