El debate sobre si conviene o no legalizar la droga marcó este martes la visita a Honduras del vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Presidentes de la región se reunirán el próximo 24 de marzo en Guatemala para discutir controversial propuesta que se impuso ayer en la agenda durante la visita del vicepresidente de Estados Unidos
El debate sobre si conviene o no legalizar la droga marcó este martes la visita al país del vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Como se esperaba, la controversial propuesta guatemalteca se impuso en la agenda durante la histórica visita de cuatro horas del vicepresidente norteamericano, la cual incluso despertó el interés de toda Centroamérica.
Con casi dos horas de retraso, Biden se reunió el mediodía de este martes con el presidente Porfirio Lobo y después con los presidentes de los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (Sica), que también viajaron a Tegucigalpa para analizar el problema de la inseguridad que enfrenta la región a raíz del crimen organizado y el narcotráfico.
Según la Federación de Cámaras de Comercio de Centroamérica, las actividades criminales causan pérdidas al comercio en toda la región que rondan los US$900 millones.
El funcionario estadounidense, quien tuvo que aterrizar en la base Enrique Soto Cano de Palmerola y no en la base Hernán Acosta Mejía de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) a raíz de las condiciones meteorológicas, sostuvo que el narcotráfico representa un problema compartido entre Estados Unidos y Centroamérica, por lo que demandó un mayor compromiso de la región.
El segundo al mando de la Casa Blanca reiteró que Estados Unidos está en contra de una iniciativa para despenalizar el comercio de las drogas y señaló que antes de plantear una iniciativa como esta se debe considerar si habrán resultados positivos.
“No se pueden desperdiciar recursos si no se van a lograr resultados concretos, se tiene que focalizar los recursos para las estrategias y programas integrales contundentes”, indicó.
Sin embargo, los presidentes centroamericanos acordaron en una declaración conjunta suscrita tras reunirse con Biden, iniciar un proceso de discusión de la propuesta del presidente Otto Pérez el próximo 24 de marzo en Guatemala.
“Escuchamos con atención e interés la propuesta del presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, sobre la búsqueda de mecanismos alternos para la lucha contra el narcotráfico, y convenimos que luego de este diálogo inicial, continuaríamos el debate de esta iniciativa en una próxima reunión el 24 de marzo en la República de Guatemala.
En preparación a la misma, se han conformado grupos de trabajo para la definición de la agenda”. La propuesta de Guatemala supone que centenares de toneladas de droga que pasan año con año por estos países de economías empobrecidas, no tendrían impedimentos legales al menos para llegar a las fronteras de norteamérica, que es al final de cuentas el objetivo de los traficantes.
Esto significa, en el entendido guatemalteco, que siendo legal las drogas (no necesariamente el consumo), no habría sobornos a policías y militares ni narcopolíticos actuando desde sus propias esferas de poder para facilitar el tráfico. Además, eso supone que la violencia homicida y las amenazas, así como el lavado de activos, se reduciría drásticamente.
Pero en la visión de Estados Unidos, esta propuesta guatemalteca supone una llave abierta que permitiría el ingreso de toneladas de droga llegando a manos de un gran sector de la población enfermo y adicto.
Llegada
Biden fue recibido en Palmerola por la ministra de la Presidencia, María Guillén y el embajador de Honduras en Washington, Jorge Ramón Hernández Alcerro y luego fue trasladado en vehículo hasta Casa Presidencial, bajo extremas medidas de seguridad.
Casi al mismo tiempo los presidentes centroamericanos fueron recibidos por las autoridades de la cancillería de la República en la Fuerza Aérea Hondureña en medio de fuertes medidas de seguridad que se extendieron a varios puntos de la ciudad.
A partir de las 12:30 del mediodía, el vicepresidente norteamericano sostuvo una reunión bilateral con el Presidente de la República por espacio de una hora en donde ambos dialogaron sobre seguridad ciudadana, comercio, democracia y narcotráfico. Durante el encuentro Biden ahondó sobre la situación de violencia que enfrenta Honduras y las acciones que se pretenden ejecutar para disminuir los índices de criminalidad.
Según el Estudio Mundial de Homicidios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 2011, Honduras registraba hasta el año anterior una tasa de homicidios de 82 muertes por cada 100 mil habitantes, la mayoría producidas por el narcotráfico. Esta tasa convierte a Honduras en el país más violento de Centroamérica, del continente y del mundo.
Debate
Tras el encuentro bilateral, Biden compartió un almuerzo de trabajo de casi dos horas con los presidentes centroamericanos.
En la cita estuvieron presentes Mauricio Funez de El Salvador, Daniel Ortega de Nicaragua, Otto Pérez de Guatemala, Laura Chinchilla de Costa Rica, Ricardo Martinelli de Panamá, el secretario de Relaciones Exteriores de República Dominicana, Carlos Morales y el presidente Lobo Sosa por Honduras.
El mandatario guatemalteco abrió el debate al reiterar la propuesta de su gobierno para que se analice entre los presidentes del Sica la despenalización de la droga. “Es necesario que tomemos no solamente esa medida, sino que otras que acompañen el esfuerzo entre todos los presidentes de Centroamérica, porque seremos recordados por las decisiones y posiciones que asumamos como jefes de Estado”, afirmó.
Entretanto, la presidenta de Costa Rica dijo que la posición de su colega guatemalteco debe ser analizada y consensuada durante la próxima sesión del Sica, para tomar una decisión en conjunto.
El gobernante de El Salvador, por su parte, aseveró que personalmente está en contra de la propuesta de despenalizar la droga, pero se manifestó a favor de discutir esa iniciativa o cualquier otra que decidan los países centroamericanos.
Asimismo, Funes expresó que se debe de luchar desde la raíz del mal, es decir, el involucramiento de las maras en las organizaciones ilícitas, así como prevenir el delito, para luego recuperar el territorio e impulsar los programas sociales.
De su lado, el gobernante de Panamá expuso que es necesario homologar medidas para poner un freno a los flagelos del narcotráfico y el crimen organizado con el apoyo logístico y monetario del gobierno de Estados Unidos.
Daniel Ortega, por su parte, enfatizó que en Nicaragua no existen condiciones para despenalizar el tráfico y consumo de la droga y externó que uno de los pilares fundamentales para erradicar esos males es mejorar el nivel económico de la región con la inversión nacional y extranjera, generando empleo y por ende reduciendo la pobreza.
Lobo Sosa expresó que está abierto a la discusión de los temas y procedimientos que impliquen la mejora de los índices de seguridad, con la disminución sustancial de la criminalidad y tráfico de drogas.
Declaración conjunta de presidentes del Sica. Los presidentes de Centroamérica acordaron ayer en una declaración conjunta discutir la despenalización de la droga propuesta por el gobierno de Guatemala.
A continuación el documento:
Por invitación del Presidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, Presidente Pro Témpore del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), nos reunimos en la ciudad de Tegucigalpa el día 6 de marzo de 2012. Conscientes de la importancia que para nuestra región tiene la seguridad y bienestar de nuestros ciudadanos, continuamos nuestro diálogo sobre la Estrategia de Seguridad de Centroamérica y su vinculación con el desarrollo económico y social de nuestras naciones.
Tuvimos la oportunidad de establecer un intercambio con el Vicepresidente de los Estados Unidos de América, Joseph Biden, con quien examinamos la complejidad y gravedad para nuestros países de las acciones del crimen organizado transnacional, particularmente lo relativo al narcotráfico, lavado de activos, tráfico de armas, tráfico de precursores químicos, trata de personas, entre otros. Expusimos al Vicepresidente de los Estados Unidos los enormes costos humanos, sociales y económicos que las referidas actividades ilícitas tienen para nuestros países, así como los decididos esfuerzos que nuestros Gobiernos realizan para combatirlas.
Recordamos los compromisos asumidos por la Comunidad Internacional en el marco de la Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica, celebrada en junio de 2011 en la República de Guatemala, en la cual se adoptaron los principios de corresponsabilidad, complementariedad, adicionalidad de recursos e inversión efectiva de los mismos y gestión por resultados.
Exhortamos al Grupo de Países Amigos y Organismos Internacionales Cooperantes de la Estrategia de Seguridad de Centroamérica, prestar su concurso para la ejecución de los proyectos definidos en la misma, en especial los fondos requeridos para la ejecución de los ocho proyectos que fueron lanzados en la Reunión de Alto Nivel realizada en la ciudad de Washington, DC, el 16 de febrero de 2012. Escuchamos con atención e interés la propuesta del Presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, sobre la búsqueda de mecanismos alternos para la lucha contra el narcotráfico, y convenimos que luego de este diálogo inicial, continuaríamos el debate de esta iniciativa en una próxima reunión el 24 de marzo en la República de Guatemala. En preparación a la misma, se han conformado grupos de trabajo para la definición de la agenda.
Pasamos revista a los recursos de cooperación internacional hasta el momento disponibles para la ejecución de la Estrategia de Seguridad de Centroamérica, y reiteramos nuestro convencimiento de que es imperativo el concurso de todos los actores para sentar nuevas bases de cooperación y efectividad en el combate al crimen organizado.
Destacamos la importancia de fortalecer los mecanismos de intercambio de información entre nuestros países y entre Centroamérica y otros países de la Comunidad Internacional. Hicimos un llamado para abordar la problemática del narcotráfico de una manera integral, teniendo en cuenta no solamente los esfuerzos de interdicción sino la necesidad de reducir la oferta y especialmente el consumo.
Acogimos con beneplácito la iniciativa de Honduras de crear un Centro de Estudio y Análisis en el Sica dedicado exclusivamente al tema de seguridad en Centroamérica y la República Dominicana.