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Cerveza favorita de los venezolanos continúa en la mira de Hugo Chávez
Viernes, Junio 4, 2010 - 07:38

Analistas coinciden que el riesgo de la nacionalización de cerveza Polar es evidente, lo que podría enrarecer más el ambiente político del país.

Caracas. La pasión por la cerveza Polar era una de esas cosas que todavía unía a los venezolanos. Al menos hasta ahora.

La embestida del presidente Hugo Chávez contra Empresas Polar, el mayor fabricante de alimentos del país, amenaza con politizar también una de las bebidas favoritas de los venezolanos.

Chávez tiene en la mira al conglomerado del magnate Lorenzo Mendoza, que considera un obstáculo para transformar a la nación miembro de la OPEP al socialismo.

"Si tú crees que a las Empresas Polar no me atrevo a nacionalizarlas, estás bien equivocado", dijo este martes durante una cadena de radio y televisión de seis horas.

"Bájate de esa nube, Mendoza. Aquí en Venezuela se acabaron los invulnerables, se acabaron las vacas sagradas", añadió.

No fue su primer ataque a Polar, pero sí uno de los más agresivos. Hace poco dijo que al país no le hacía falta una planta de cervezas y planteó reconvertirla en una de helados.

Chávez dice que Polar lidera una conspiración de empresas privadas que buscan desestabilizar a su Gobierno manteniendo artificialmente alta la inflación.

Pero analistas interpretan la ofensiva contra Polar en clave electoral. Chávez, dicen, necesita un enemigo con miras a los comicios legislativos de septiembre.

"El riesgo de nacionalización es latente", dijo Carlos Larrazábal, presidente del mayor gremio de industriales del país, Conindustria.

"Lo que estamos viendo contra Polar y otras empresas simplemente es un proceso de destrucción del capital", añadió.

La economía venezolana se contrajo 5,8% en el primer trimestre de 2010 respecto al mismo lapso de 2009 y las nubes de la recesión oscurecen el país por segundo año consecutivo.

Nacionalizar Polar dispararía el riesgo político en un país donde las nacionalizaciones y el estricto control de cambio han atizado la fuga de capitales y espantado a inversores.

Chávez no bromea. Para muchos en Venezuela, la escalada de amenazas a Polar recuerda la antesala de otras nacionalizaciones como la de la compañía de telecomunicaciones CANTV o la televisora RCTV.

"El Gobierno ha pasado de la retórica a los hechos. Si la inflación continúa subiendo, yo creo que un chivo expiatorio podría ser Polar", opinó el analista Boris Segura, de RBS.

Chávez dice que la única forma de controlar los precios es aumentar el peso del Estado en las empresas.

Pero algunos analistas temen que la nacionalización de Polar empeore la distribución de alimentos en el país, donde han escaseado productos básicos como el azúcar y la carne.

"Yo creo que sería un error garrafal", dijo Segura.

Además de la cerveza, Polar produce decenas de productos como la emblemática harina de maíz para preparar arepas, las tortillas típicas en Venezuela. También distribuye Pepsi-Cola.

Por eso el politólogo John Magdaleno cree que meterse con Polar podría ser peligroso para Chávez.

"Polar forma parte del ADN psicosocial de los venezolanos (...) el impacto que puede tener esto es mucho más grave y mucho más profundo de lo que se cree", dijo.

¿Quién aguanta más?. El recrudecimiento de las amenazas a Polar coincide con la antesala a la campaña para las elecciones legislativas de septiembre, vistas como un test para la popularidad de Chávez.

"Chávez está tratando de encuadrar el debate en la polarización de pobres versus ricos", dijo Magdaleno.

Sus partidarios aplauden las nacionalizaciones como una forma rápida de redistribuir la riqueza de la nación donde subsisten las diferencias sociales.

Sus opositores dicen que es la prueba de que Chávez quiere transformar a la nación petrolera sudamericana en un Gobierno comunista como el de Cuba.

La ofensiva contra Polar, el mayor empleador privado del país, fue rechazada esta semana por centenares de trabajadores de la empresa. Chávez dijo que "daban lástima".

El presidente pidió a los venezolanos que decidan de qué lado están.

"Los que nos declaren la guerra, guerra tendrán", dijo.

"Vamos a ver, vamos a ver quién aguanta más", añadió.