Desde que fue operado de cáncer en Cuba, el presidente venezolano, Hugo Chávez, dejó de lado el sonoro "patria, socialismo o muerte" con el que rubricaba sus incendiarios discursos por un colofón más optimista cargado de gratitud y vida.
Caracas. Desde que fue operado de cáncer en Cuba, el presidente venezolano, Hugo Chávez, dejó de lado el sonoro "patria, socialismo o muerte" con el que rubricaba sus incendiarios discursos por un colofón más optimista cargado de gratitud y vida.
Chávez no pudo asistir el martes al fastuoso desfile militar para celebrar el 200 aniversario de la independencia venezolana de España con el que había soñado por años y se tuvo que conformar con mandar un breve mensaje televisado desde el Palacio presidencial de Miraflores.
"Aquí vamos, viviremos y venceremos, ese es el inicio del retorno", dijo el mandatario, vestido de traje y ataviado con la banda tricolor presidencial.
Su sorpresivo y emotivo regreso el lunes tras casi un mes de convalecencia en La Habana fue coronado con una alocución de tan sólo 34 minutos, todo un récord para alguien que ha llegado dirigirse al país en cadenas de radio y televisión de más de ocho horas sin pausa.
"Que viva la vida". "Que viva la vida. Todo mi amor, toda mi pasión, todo mi agradecimiento. ¡Hasta la victoria siempre!", finalizó su discurso del retorno desde el llamado balcón del pueblo del palacio presidencial, visiblemente emocionado y con la voz quebrada por momentos.
Ni una palabra para la oposición, que exige una y otra vez al líder izquierdista que dé detalles sobre su afección y tratamiento por tratarse de cuestión de Estado
No es el único cambio que se ha podido observar en la retórica del mandatario desde que le fue extirpado un tumor canceroso, del que se desconoce el tipo y gravedad.
El militar retirado, que pocos meses atrás no dudaba en amenazar con aplastar, liquidar, arrasar y "convertir en polvo cósmico" a sus enemigos políticos, ahora ha dado un nuevo giro: "Debemos derrotarlos y derrotarlos en paz".
Mientras políticos, medios y analistas tratan de descifrar hasta qué punto la enfermedad afectará su modo de gobernar y las implicaciones para el país socio de la OPEP, Chávez ya dio algunos indicios de que muchas cosas en su vida van a cambiar.
Imposiciones médicas. Dieta sana, horarios controlados, ejercicio físico y un drástico racionamiento del café, verdadero combustible del líder bolivariano, son algunas de las imposiciones médicas que tendrá que acatar el "comandante-presidente".
"¡He vuelto a ser un cadete!", bromeó el lunes Chávez, un hombre que no está acostumbrado a recibir órdenes.