La batalla electoral se centra en la conquista de dos sectores: el de la clase media, buscado por Hugo Chávez, y el segmento popular, al que pretende seducir Henrique Capriles.

Mientras Hugo Chávez busca la forma de reconquistar a una clase media decepcionada e incrédula; Henrique Capriles Radonski, le habla al oído y busca tocar el corazón de los sectores populares. Son distintas, pero cada una es clave para el 7 O.

El presidente y candidato la cautivó en 1998, pero con el tiempo fue perdiendo a la clase media. Capriles Radonski representa una opción para ese sector decepcionado, pero necesita ganar la confianza de los menos favorecidos de la sociedad. En su contacto directo ha logrado empatía, pero le falta, según expertos, afianzar y definir el nexo emocional que le conecte con esos sectores.

En el argot oficialista esa llamada clase media ha sido calificada como los "ricos".

El mensaje "eficiente". El analista político Farid Fraija dice que cuando el presidente Chávez se acerca al momento electoral, busca ser más eficiente en la dirección del mensaje. Mientras que la oposición "no ha logrado esa eficiencia" y es por esto que, a su juicio, no logra penetrar los sectores D y E, acumulando "rechazo".

El analista evalúa el mensaje del candidato de la Unidad Democrática, Capriles Radonski, como un "meta-mensaje vago, difuso, que se apalanca en dos conceptos muy simples: cambio y esperanza". Esto es propio de estrategias que diseñan los consultores europeos y norteamericanos.

Fraija asegura que esto no ha calado en los sectores populares, y por eso ante las políticas sociales del Presidente, "Capriles Radonski acompaña su discurso con mensajes de que no va a eliminar las misiones ni las políticas sociales o de inversión social".

En el caso de Hugo Chávez, el analista dice que éste busca hacer visibles "los logros de su gestión" en los sectores A, B y C donde no tiene presencia, pero la oposición sí la tiene. "Políticas como la expansión crediticia, el desarrollo turístico del país y la política cambiaria que han favorecido a sectores medios. De hecho, una de las críticas al sector bancario es no orientar la intermediación hacia quienes más lo necesitan, y hacerlo más al consumo".

Fraija indica que en este caso el mandatario que busca la reelección ha sido "más eficiente" en morder el sector A, B y C, donde si bien no es mayoría, a su juicio, "ha subido el apoyo". Aunque considera que es "muy difícil" que logre obtener mayoría.

Mientras que Capriles Radonski habría sido "menos eficiente" en morder en los D y E, donde Hugo Chávez tiene mayoría. "Él habla de unidad y en los actos previos a la inscripción se presenta sólo, dice que mantendrá las misiones pero en el plan de gobierno que entregó al CNE no están incluidas, habla de fortaleza y se desmaya en las concentraciones populares", detalla Fraija.

Una realidad compleja
Para Luis Salamanca, abogado, politólogo, doctor en ciencias políticas y ex director del Instituto de Estudios Políticos de la UCV, lo importante de estas elecciones será ver cómo se comporta la clase media empobrecida (C-), que ha perdido calidad de vida en estos años, seguido de la D, que tiene más estabilidad entre los sectores pobres, y la E, que es el sector que no tiene ni vivienda propia, ni servicios. Entre ellos está el 80% de la votación.

Salamanca dice que en una visión mecánica y convencional se diría que el Presidente tiene el D, E y parte del C-, mientras que Capriles Radonski tendría consigo a todos los demás.

Pero la realidad es más compleja. Un estudio de 2011 del Centro Gumilla sectorizado entre los estratos C-, D y E identificó variables que no se tenían en cuenta, como que el desempleo era el primer problema de la sociedad, y en segundo lugar, estaba la inseguridad, contrario a lo que se creía.
En este sondeo arrojó que el 43% de los sectores populares no se identifican con ningún partido político, y que en segundo lugar 39,5% se identifica con el Psuv.

El experto dice que esto no es nuevo, pasó con AD y Copei, cuando entraron en crisis en los 90, la gente no se identificaba con ningún partido. "Esto da un criterio de desalineamiento con los partidos políticos, que se ve desde 1998, porque Chávez imprimió un sello personalista, dejando al partido en segundo plano".

Este mismo estudio que cita Salamanca dice que de los sectores empobrecidos el C- es el que menos identificados como chavistas tiene, sólo el 2,3% dice serlo; mientras que en general entre los sectores C-, D y E sólo 12,1% son chavistas extremos y 27% son chavistas moderados.

Esto explica, según el investigador, por qué el presidente Chávez ha tendido un puente a los sectores medios. Pero desde su análisis lo que necesita es "reconstruir" los puentes rotos que la clase media valora: convivencia, valores, gestión eficiente, servicios, empleos y seguridad.

"Para eso no basta lanzar una palabra, se requiere de una verdadera demostración de que irá por un camino distinto al de ahora. Lanza caramelitos para tratar de endulzar la situación electoral, pero que la clase media pareciera no comprar, y más bien estar comprando el mensaje opositor".

De esta manera la clase media que se había apartado, ahora está votando más con la oposición según indica Salamanca, y la idea es que esa abstención siga bajando.

"Probablemente el voto medio favorezca a Capriles Radonski". Considera que el presidente Chávez perdió la clase media hace tiempo, además de toda alianza. "En 1998 tenía el Polo Patriótico y una alianza social de la clase alta, media y sectores populares que votaron. Eso ya no existe, el Polo Patriótico de hoy no tiene la condición de 1998, es sólo el Psuv y el PCV como instituciones partidistas, y otras organizaciones muy pequeñas, y respecto a las clases sociales su fortaleza está fundamentalmente en el sector E".

Salamanca cree que la oposición sí ha logrado penetrar en los sectores populares. "Desde 2006 la oposición ha ganado dos elecciones y ha emparejado la votación, mientras el voto chavista desciende, el opositor sube, caso referendo por la reforma y las parlamentarias. "Desde 2006 a 2010 el chavismo ha perdido 2.100.000 votos, de los cuales la oposición ha obtenido 1.000.000 de votos".

Partiendo de esto, dice que habría que ver qué de ese comportamiento de 2010 se mantiene en 2012, si se trata de algo sólido o si puede ser revertido por un candidato carismático, y qué tan profunda es la ruptura de Hugo Chávez con su base social.

Considera que las encuestas no están mostrando la foto completa, y que existe allí una distorsión pues cuando se ve un 32% que está indeciso, los resultados que arrojan deben ser tomados con pinzas.

"Chávez necesita a la clase media porque su voto ha disminuido, pero creo que ya es tarde. Ha dicho que va a profundizar el statu quo actual y eso molesta a la gente. Pues el gran drama es que no se puede vivir a la altura de la riqueza que tiene Venezuela. Él abrió el apetito y los dejó colgando y por eso su discurso es abstracto".

Por eso Capriles Radonski, a su juicio, debe hacer lo contrario, "aterrizar" en palabras y ejemplos claros, todo lo que no está funcionando bien.

Recuerda que esta es una "revolución de expectativas", y eso tiende a producir insatisfacción en la gente, y malestar sociopolítico, que viene después de las grandes épocas de consumo si no logran mantenerse. "Chávez tiene que jugárselas todas con el sector D y E, al tiempo de hacerle sentir al electorado que no es una propuesta peligrosa, por eso está en una moderación del lenguaje".

Más difícil reconquistar. Roberto De Vries psiquiatra, comunicador social, experto en imagen y poder, dice que para el Presidente será difícil recuperar esa clase media que decepcionó.

"Chávez tendría que hacer cambios muy importantes en su política, que entrarían en contradicción con los elementos de su propuesta. A través de su mensaje de amor puede lograr un acercamiento, que luego redunde en un mejoramiento, pero no aceptación, él no le da el mismo valor a la clase media que a las clases populares", señala De Vries.

El mensaje de la seguridad personal si bien es para todos, está más direccionado a la clase media. Ve que Capriles Radonski con las clases populares "no está usando el poder del amor", sino el anclaje social, donde se acerca a través de dos acciones: empatía, poniéndose en los zapatos de quienes están pasando necesidad y comprender lo que viven, y en segunda instancia, encontrando igualdades emocionales duraderas, pero eso no lo ha logrado del todo.

"La empatía pudiera tenerla, ya no lo ven como alguien que viene a explotarlos. Así que de encontrar en qué se parece emocionalmente a esos sectores, que es un secreto para conquistar las clases más desposeídas, entonces podrá penetrar fácilmente".

Considera que el candidato opositor tiene a su favor que la gente se está "sintiendo cansada del discurso chavista, de la diferenciación de clases".

No habrá cambio de discurso. El economista e investigador del Centro Internacional Miranda, Víctor Álvarez, considera "lógico" que el Ejecutivo gire su atención hacia la clase media del país. Explica que durante la primera etapa del gobierno de Chávez se implantaron políticas públicas destinadas a los sectores más pobres, con el fin de reducir la desigualdad. Ahora, indica, el panorama luce más alentador.

"Al alcanzar conquistas en materia de indicadores sociales, el Estado puede prestar más atención a los sectores medios", señala Álvarez.

Sin embargo, esta situación no es un reflejo directo de que el presidente Chávez cambiará el discurso con respecto a la empresa privada, cuya mayoría pertenece al estrato medio de la sociedad.

"Los que tienen que cambiar de actitud y discurso son los empresarios que han crecido en los últimos años, por ejemplo, gracias a los incentivos arancelarios o el suministro de materias primas. Los datos de nuestro PIB, un indicador de la economía capitalista, refleja el crecimiento que han logrado", explica.

En cuanto a la estrategia electoral en marcha, considera que buscará el apoyo de los sectores mayoritarios: la clase obrera y la clase media profesional, que de alguna manera han sido favorecidos por las políticas sociales.

Propuesta debilitada. La periodista y profesora de la Universidad Bolivariana Luisana Colomine señaló que "el candidato de la oposición sustenta sus argumentos en áreas donde, según él, no se han cubierto las expectativas, como es el tema de la seguridad, un problema que no comenzó ahora y no es la primera vez que se presenta un plan de seguridad".

"Para el presidente Chávez se trata de un problema que debe resolverse y debe generar políticas para ello".

Asegura que la propuesta de Capriles Radonski se debilita cuando "hurgas en cómo cumplirá estas promesas de miles de empleos, si dice que el país está en el suelo, y recuperarlo de esas ruinas de las que habla le tomará unos 10 ó 15 años".

Del lado del Presidente se diseñan, según Colomine, políticas pensadas para beneficiar a la población, "él es Presidente, y lo que hace pasa por una sutil frontera entre lo que hace como política y lo que hace como campaña".

"Pienso que todo es factible en elecciones, estamos hablando de una arena movediza porque la opinión pública es voluntariosa, se mueve como le da la gana, y sólo le importa que sus demandas se cumplan, cualquiera de los dos puede pensar que su votación se puede ver incrementada para el 7 de octubre".