Unos 900.000 ciudadanos se verán beneficiados con la medida, que comenzará a regir desde las próximas presidenciales de 2017.

Lista para ser promulgada por la presidenta Michelle Bachelet quedó este miércoles la ley que permitirá que los chilenos que viven en el extranjero y tienen derecho a voto, unos 900 mil según cifras de las autoridades de ese país sudamericano, puedan participar de las elecciones presidenciales, primarias presidenciales y plebiscitos aunque vivan fuera de su patria. La medida debutará a fines de 2017, cuando se elija un nuevo mandatario.

La iniciativa fue votada por la Cámara de Diputados y contó con 109 votos a favor y una abstención. De esta forma, se completa el proceso que se inició en abril del año pasado, cuando se promulgó una reforma constitucional que permite votar a los chilenos que viven en el exterior. El proyecto era parte de las promesas de campaña de la mandataria, quien envió la propuesta al Congreso en octubre de 2015.

El canciller chileno, Heraldo Muñoz, expresó que es un día “histórico” para el país. La decisión “hace honor a nuestra democracia”, agregó el ministro, tras mencionar que “hace 25 años se inició este proceso, nos hemos demorado demasiado tiempo, pero llegó la hora”. Muñoz recordó que cuando el país pasaba por tragedias o desastres naturales los chilenos que viven en el extranjero siempre “acudieron con solidaridad” y “nunca han roto el vínculo con nuestro país y ya era hora de reconocerles ese derecho ciudadano”.

No transgredir normas. El proyecto aprobado plantea que los chilenos se inscriban sólo una vez para indicar su domicilio electoral en el extranjero y no se exigirá una nueva inscripción en cada elección. Aquella inscripción se podrá hacer efectiva en un consulado y también en Extranjería o Policía Internacional. Luego, podrán sufragar en los consulados, tras previa confirmación del Servicio Electoral de Chile (Servel).

El proceso de votación se hará en horario local de cada una de las ciudades donde haya consulado y tendrá la misma duración que en Chile, aunque el escrutinio de los votos se realizará una vez que cierren las mesas en Chile, para no “transgredir ninguna norma de transparencia”, señalaron autoridades. Los votos emitidos y materiales serán custodiados por funcionarios del servicio exterior y enviados al país en valija diplomática especial, dentro de las 24 horas siguientes a la votación.