Según el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, esas declaraciones "no contribuyen en nada" a resolver el problema de los soldados.
Santiago, EFE. El Gobierno chileno consideró hoy "graves" y "un estímulo a la odiosidad contra Chile" las últimas declaraciones del presidente de Bolivia, Evo Morales, por la detención de tres soldados bolivianos acusados de cruzar de forma ilegal y armados la frontera.
Según el ministro chileno de Exteriores, Alfredo Moreno, esas declaraciones "no contribuyen en nada" a resolver el problema de los soldados, "que nosotros quisiéramos resolver tan pronto como fuera posible, pero respetando la ley y el Estado de derecho de Chile y también los derechos de los acusados".
En una carta enviada a los soldados difundida en La Paz este domingo, Morales afirmó que "el encarcelamiento que ustedes sufren hoy es el mismo al que Chile nos sometió geográficamente en los últimos 134 años", en alusión a pérdida de su salida al Pacífico de su país en una guerra del siglo XIX.
"Los Gobiernos de Chile prefieren vernos geográficamente amputados, económicamente débiles y socialmente dependientes, impidiendo nuestro legítimo derecho a ejercer las libertades que otorga el acceso soberano al mar", afirmó Morales al respecto.
En declaraciones a radio Cooperativa, el canciller chileno consideró hoy que "las expresiones que hemos escuchado en el último tiempo y particularmente en esta última carta del presidente Morales son graves porque no colaboran en nada en las buenas relaciones entre los países ni menos a solucionar el problema de los soldados".
"Lo único que causan es un aumento y un estímulo a la odiosidad hacia los chilenos", añadió Moreno, para quien el problema de los soldados "fue causado por Bolivia".
"Son soldados de Bolivia que han ingresado a Chile por un paso no habilitado, de forma ilegal, con armas de guerra; eventualmente han disparado en nuestro territorio, esto era parte de un grupo mayor, estuvieron muchas horas dentro de Chile", agregó.
A su juicio, "es muy difícil establecer si sabían o no sabían que habían traspasado la frontera, pero en ese lugar donde transgredieron la frontera hay 12 hitos metálicos, torres metálicas, que señalizan los puntos de la frontera".
"Las líneas entre esos puntos son rectas y muy fáciles de interpretar", precisó el canciller chileno, para quien hay "otro punto obvio: la tarea de los militares en ese lugar es cautelar la frontera. Si no saben dónde queda, cómo podrían cautelar la frontera".
"La primera cosa que debe saber un soldado si debe cautelar la frontera es dónde queda. No se puede equivocar por dos kilómetros, y eventualmente mucho más, porque las primeras denuncias son de 20 kilómetros en territorio chileno", sostuvo.
"Suponiendo que no supieran, me parece que es responsabilidad del Gobierno y de las Fuerzas Armadas de Bolivia que a las personas que pongan ahí les expliquen dónde queda la frontera, que no la pueden traspasar y que los provean con un GPS".
Subrayó, además, que Bolivia "no está encarcelada ni enclaustrada. Tiene (con Chile) un tratado de límites desde hace más de cien años que no fue impuesto, fue negociado y aprobado por el Parlamento boliviano. Ahora el presidente Morales pretende que es un encarcelamiento y eso no aporta al buen ambiente entre ambos países", concluyó.
Los tres soldados bolivianos comparecerán este lunes ante un juez chileno, en una audiencia en la que se cerrará la investigación y se decidirá su situación legal.
Según han anticipado, la defensa y la fiscalía podrían dar a conocer durante la audiencia un acuerdo para cerrar el caso y expulsar del país a los soldados, aunque también se podría decidir llevar el caso a juicio oral.