“El presidente Sebastián Piñera, un conservador económico pero liberal social, con audacia ha promovido derechos gays, a pesar de la aversión desde dentro su propia coalición”, afirma el medio británico.
“Chile nunca ha sido un lugar fácil para homosexuales. La Iglesia Católica sigue manteniendo una formidable, pero en disminución, tremenda influencia en la opinión pública. El divorcio fue prohibido hasta 2004, y el sexo entre homosexuales fue despenalizado sólo en 1999 (en Argentina y Brasil ha sido legal desde el siglo XIX)”, asegura un artículo del diario “The Economist” que habla sobre los derechos de las minorías sexuales en Chile.
Con el título “Una atrocidad que requiere un cambio”, a propósito del asesinato de Daniel Zamudio, el texto publicado por la edición online del semanario británico aborda los cambios sociales que experimentó nuestro país tras este “hito triste en la lucha por la tolerancia” como definió el caso del joven muerto por su condición gay.
“El ultraje público sobre el destino de Zamudio ha tenido más amplias consecuencias: habiendo languidecido en el Congreso durante 7 años, una ley antidiscriminación fue aprobada a toda prisa”, asegura el texto, que liga esta apertura social a la influencia del gobierno de Sebastián Piñera.
Del amor al odio. Es más, el mismo medio que hace algunos meses calificó al Presidente de “arrogante y políticamente inepto”, hoy aplaude su abierta actitud de inclusión hacia los gay que comenzó en 1999 al incorporar en su campaña presidencial una pareja de homosexuales.
“El presidente Sebastián Piñera, un conservador económico pero liberal social, con audacia ha promovido derechos gays, a pesar de la aversión desde dentro su propia coalición”, dice el texto.
Es más, recuerda que el actual mandatario “sorprendió a muchos en 2009 al incluir parejas abiertamente homosexuales en la publicidad de su campaña presidencial”. Y cita otros gestos, como la invitación a “activistas homosexuales a asistir su cuenta pública del 21 de mayo” y que “en el Censo de este año, por primera vez, aquellos chilenos que viven con un compañero homosexual podrán registrar el hecho”.
