Cuatro marchas en Santiago y otras ciudades de Chile marcaban este jueves la segunda jornada de un paro general por demandas laborales, luego de una noche de saqueos, escaramuzas y cacerolazos que no han afectado a sectores clave del país, como el minero y financiero.
Santiago. Cuatro marchas en Santiago y otras ciudades de Chile marcaban este jueves la segunda jornada de un paro general por demandas laborales, luego de una noche de saqueos, escaramuzas y cacerolazos que no han afectado a sectores clave del país como el minero y financiero.
Las movilizaciones convocadas por el mayor grupo sindical del país eran respaldadas por miles de estudiantes secundarios y universitarios, que reclaman reformas del sistema educativo, lo que redobla la presión sobre el gobierno del presidente Sebastián Piñera golpeado por un desplome en su popularidad.
Con banderas chilenas, pancartas y bailes folclóricos, miles de manifestantes, entre quienes destacaba un actor que representaba al ex presidente socialista Salvador Allende, recorrían bajo un ambiente festivo las calles de Santiago.
"Nosotros convocamos a una marcha pacífica (...) con mucho entusiasmo y firmeza", dijo Raúl de la Puente, presidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF).
La movilización del jueves, liderada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) -el mayor grupo sindical del país- ocurre luego de saqueos y escaramuzas registrados durante la noche del miércoles y hasta la madrugada.
En una noche vista por el gobierno como de "destrucción", manifestantes, muchos de ellos encapuchados, realizaron barricadas y chocaron violentamente con policías.
"Esta convocatoria de paro tiene dos caras. La de ayer que fue un fracaso y la de anoche que fue realmente de una violencia muy, muy fuerte. Tenemos siete carabineros (policías) heridos gravemente", dijo el portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick, al realizar un balance de la primera jornada.
Saqueos por la noche. A las casi 350 personas detenidas el miércoles por choques con la policía, durante la noche y madrugada del jueves se sumaron otras 108 personas y al menos seis policías heridos. Más de 280 buses de transporte público resultaron dañados.
"Tuvimos numerosos episodios realizados por encapuchados (...) saqueos en distintos comercios", dijo el subsecretario del Ministerio del Interior, Rodrigo Ubilla.
"Se vieron afectadas varias comunas de la zona sur (de Santiago) empresas, comercios, supermercados", agregó.
También se produjo un enfrentamiento en un recinto policial, donde dos oficiales quedaron lesionados con proyectiles.
La manifestación de dos días por demandas laborales, en un hecho que no ocurría en 20 años, ha afectado mayormente al comercio minorista. Analistas no ven un mayor impacto en la economía de la nación minera, cuyo crecimiento estimado para este año es de un 6% a un 7%.
Las movilizaciones "podrían tener un efecto en el corto plazo por temor, más que nada (...). No hace mucho sentido que haya efecto en la inversión extranjera", dijo Fernando Soto, analista de la correduría Banchile.
Sindicatos mineros del mayor exportador mundial de cobre dijeron que las faenas han operado sin inconvenientes y el transporte público, los bancos y comercios han prestado sus servicios.
El gobierno ha advertido que las protestas podrían costar hasta US$200 millones diarios, principalmente por el retraso en las prestaciones de servicios públicos como por ejemplo los de aduanas y registro civil, además de ministerios, para los cuales programaron turnos de contingencia.