Al conmemorarse 37 años del derrocamiento de Salvador Allende, el presidente chileno dijo que en esa época había “una democracia que venía enferma” y llamó a dejar atrás las divisiones del pasado.
Santiago. Al conmemorarse en Chile el aniversario número 37 del Golpe de Estado que llevó a Augusto Pinochet al poder, el presidente Sebastián Piñera afirmó que el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende fue el punto final de un proceso, en el que había una democracia que “venía enferma”.
Al referirse a la fecha, el mandatario sostuvo que el 11 de septiembre de 1973 “se quebró nuestra democracia, pero no fue una muerte súbita ni intempestiva, fue más bien el desenlace previsible, aunque definitivamente evitable, de una democracia que venía enferma; enferma de odiosidad, de polarización extrema, de falta de diálogo”.
Agregó que en esa época "daba la impresión que gobierno y oposición de la época se habían propuesto destruirse mutuamente y lo lograron y, de paso, destruyeron nuestra democracia, nuestra amistad cívica, nuestra sana convivencia y muchas cosas más”, señaló Radio Cooperativa.
Asimismo Piñera llamó a terminar con las "divisiones del pasado" y recordó que "tres de cada cuatro chilenos que hoy día viven en nuestro país eran menores de edad o ni siquiera habían nacido el 11 de septiembre de 1973 y, por tanto, no podemos quedarnos atrapados en las mismas querellas y visiones y odios del pasado, eso no es la tarea de nuestra generación: la generación del Bicentenario”.
Recordó que "a partir del año 1988 se inició en nuestro país la transición del gobierno militar a un gobierno democrático y esa transición la hicimos entre todos y la hicimos bien y muchos la califican como ejemplar", informó La Tercera.