Un terremoto de magnitud 8,3 impactó el miércoles la zona central de Chile, dejando 12 muertos y provocando enormes olas en áreas costeras. Paredes de agua de hasta 4,5 metros golpearon Coquimbo, una zona que el Gobierno declaró en estado de emergencia.
Coquimbo, Chile. Los residentes más afectados en la ciudad portuaria chilena de Coquimbo lidiaban el viernes con las consecuencias del fuerte terremoto y el posterior tsunami de la noche del miércoles, comenzando lentamente a reconstruir sus casas y negocios.
Un terremoto de magnitud 8,3 impactó el miércoles la zona central de Chile, dejando 12 muertos y provocando enormes olas en áreas costeras. Paredes de agua de hasta 4,5 metros golpearon Coquimbo, una zona que el Gobierno declaró en estado de emergencia.
"Estamos recién removiendo mugre, los escombros, las autoridades todavía no ven todo el desastre que quedó aquí", dijo María González, cuyo restaurante de pescados y mariscos en el puerto de Coquimbo sufrió graves daños.
"Nosotros pensamos que tienen que ayudarnos en algo para poder arreglar nuestros puestos y seguir la vida que teníamos. Todos quedamos en la calle".
La infraestructura más grande resistió bien el terremoto, pero las viviendas más antiguas y de adobe sufrieron los mayores daños, un testimonio de los estrictos códigos de edificación y una larga historia de lidiar con los movimientos de la tierra en uno de los países con más actividad sísmica del mundo.
Sin embargo, casi todo lo que el agua del océano encontró a su paso quedó destruido.
Las autoridades y grupos de ayuda han estado evaluando los daños. Luego de recorrer la zona el jueves, la presidenta Michelle Bachelet prometió alivio para los damnificados.
Aunque la ayuda del Gobierno aún no llegaba, pequeños camiones de agrupaciones privadas habían comenzado a arribar a Coquimbo y a la localidad cercana costera de Tongoy cargados con agua, comida enlatada, frazadas y colchonetas.
"El foco nuestro se está basando principalmente en volver a recuperar la economía de los lugares. Hay mucho comerciante afectado", dijo Askaan Wohlt, director de operaciones de Desafío Levantemos Chile, una organización no gubernamental nacida tras el terremoto que sacudió al país andino en febrero del 2010.
"Vamos a reponer infraestructura de almacenes, restaurantes para que la gente pueda volver a trabajar y reactivar la economía del pueblo", agregó Wohlt en Coquimbo.
A la vecina Tongoy habían llegado camiones de la Cruz Roja con provisiones, mientras el Gobierno se preparaba para enviar maquinaria pesada para remover escombros desde la capital Santiago.
Sobre la base de las estimaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos, las pérdidas económicas podrían estar entre US$100 millones y US$1.000 millones, dijo la agencia de calificación Fitch, que agregó que la cifra real podría ubicarse en el límite superior de ese rango.