China se comprometió a apoyar a Cuba en el camino de las reformas económicas que aprobó esta semana en sus intentos por salvar el modelo socialista, un espaldarazo que sería clave para La Habana.
La Habana. China se comprometió a apoyar a Cuba en el camino de las reformas económicas que aprobó esta semana en sus intentos por salvar el modelo socialista, un espaldarazo que sería clave para La Habana en momentos en que el país asiático tiene sus ojos puestos en América Latina.
En un mensaje dirigido al ex presidente Fidel Castro, el mandatario Hu Jintao manifestó su satisfacción por las reformas que siguen el camino del socialismo en Cuba, del cual China es el segundo mayor socio comercial, y apostó a mantener la cooperación económica entre ambos aliados comunistas.
El mensaje fue publicado por la prensa oficial cubana el jueves, dos días después del cierre de un histórico congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) que aprobó más de 300 reformas con las que el Gobierno intenta modernizar su frágil economía.
La reunión eligió al presidente Raúl Castro como su nuevo líder, en reemplazo de su hermano Fidel.
"En la actualidad, tanto China como Cuba se encuentran en una etapa crucial de desarrollo", dijo el mandatario chino Hu, según un texto publicado en Granma, diario del PCC.
"Apoyaremos a Cuba a explorar el camino del desarrollo socialista que corresponda a sus realidades nacionales, seguiremos brindando ayudas al desarrollo socioeconómico (...) dentro de nuestro alcance", afirmó.
Hu también destacó el papel del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, al frente del Gobierno durante casi medio siglo y expresó confianza en que con su hermano a la cabeza "la revolución y construcción socialistas de Cuba alcanzarán sin duda alguna nuevos éxitos".
Interés chino. Las reformas aprobadas por el PCC buscan modernizar la frágil y deficitaria economía cubana y entre ellas destacan el recorte de más de un millón de empleos estatales, la apertura del mercado inmobiliario y el recorte de los subsidios de alimentos considerados una "carga insoportable".
Los cambios serán liderados por Raúl Castro y un equipo formado mayormente por veteranos y militares, el cual ha levantado dudas entre observadores y analistas que creen muchos son de la vieja guardia cubana y que no será fácil que se deslastren de una ideología de línea dura de izquierda.
La idea presente en el plan de los líderes cubanos es que el socialismo, abandonado en la mayoría de otros países donde se intentó implantar, se puede llevar a cabo en Cuba si se ejecuta correctamente.
Las reformas parecen estar dirigidas a seguir los primeros pasos hacia cambios como los ocurridos en China y Vietnam, pero los líderes cubanos insisten en que no se está copiando a nadie. El Gobierno refiere que el sistema de Cuba es "único".
China ha inyectado miles de millones de dólares en préstamos a Cuba en los últimos años, se ha convertido en su acreedor principal y segundo socio comercial después de Venezuela, su aliado económico número uno en el mundo.
El intercambio comercial bilateral fue de US$1.500 millones en el 2009, un descenso considerable frente al año anterior cuando alcanzó los US$2.200 millones.
Sin embargo, Pekín reportó hasta septiembre del 2010 un intercambio comercial de US$1.400 millones, un aumento del 26,2% respecto a la misma etapa del 2009, según cifras oficiales.
El gobierno de China también habría concedido nuevos créditos a Cuba en los últimos meses y tiene interés en intensificar sus inversiones principalmente en el sector petrolero dentro de proyectos más amplios en varios países de América Latina, entre ellos Brasil.