El navío, aún sin nombre, tendrá 50.000 toneladas de desplazamiento y será elaborado completamente con tecnología china.
El portavoz del Ministerio de Defensa de China, Yang Yujun, anunció este jueves (31.12.2015) que la Armada del gigante asiático trabaja en la construcción de un portaaviones en la ciudad portuaria de Dalian (noreste), el primero de fabricación propia y el segundo que operarán las fuerzas armadas del país más poblado del planeta. Hace meses que corría el rumor de que Pekín trabajaba en ampliar su capacidad marina por medio de un nuevo portaaviones.
Hasta ahora la Armada sólo contaba con uno de estos buques insignia, el Liaoning, construido en 1985 por la Unión Soviética y que en 1998 fue vendido por Ucrania a China como chatarra. Ingenieros y expertos de la potencia oriental trabajaron una década en la remodelación y actualización de la embarcación, que finalmente fue puesta en servicio en 2012, aunque hasta ahora no ha operado del todo como navío de guerra.
Con 50.000 toneladas de desplazamiento, el nuevo portaaviones, aún no bautizado, transportará –entre otros– cazas chinos J-15, que se encuentran entre los más avanzados de la Fuerza Aérea de China, y destaca por tener una plataforma de despegue curvada a modo de tabla de esquí, una característica que le diferencia del Liaoning. El portavoz Yang insistió en que el portaaviones sigue diseños desarrollados “completamente en solitario” por China, aunque tomando como base la experiencia adquirida en la mejora del Liaoning
Misión sagrada. El nuevo navío “tendrá mejoras e innovaciones”, dijo Yang, sin entrar en detalles, aunque sí aclaró que el desplazamiento del gigantesco artefacto se realizará con combustible convencional, descartando que se trabaje en un portaaviones nuclear. En los pasados meses, imágenes de satélite y fotografías en prensa militar especializada ya habían sugerido la existencia de este segundo portaaviones chino, aunque esto no se había confirmado oficialmente hasta hoy.
“China tiene una larga costa y vastos mares bajo su jurisdicción, y salvaguardar nuestra soberanía, intereses y derechos es la misión sagrada de las Fuerzas Armadas”, subrayó el portavoz tras hacer el anuncio, un notable avance militar en un momento de crecientes tensiones con países vecinos como Filipinas y Vietnam por la soberanía de archipiélagos del Mar de China Meridional, como las islas Spratly y las Paracel.