Así lo estableció el organismo a través del informe “Derechos humanos de los migrantes y otras personas en el contexto de la movilidad humana en México”, publicado este lunes en la Ciudad de México.
La extrema vulnerabilidad de la que son víctimas las personas migrantes y otros individuos México representa una de las principales tragedias humanitarias en la región, exhibió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
A través del informe “Derechos humanos de los migrantes y otras personas en el contexto de la movilidad humana en México”, publicado este lunes en la Ciudad de México, la CIDH exhibe que el incremento de la violencia en el país, ha tenido un impacto especial sobre las personas en movilidad, quienes se encuentran en una situación de vulnerabilidad y son victimizadas.
“Observamos la persistencia de un fenómeno grave contra las personas migrantes”, reportó el relator sobre los derechos de los migrantes de la CIDH, Felipe González, encargado de presentar el documento. Precisó que persisten las graves afectaciones al derecho a la vida y a otras garantías fundamentales de los migrantes en el país, mismas que afectan especialmente a mujeres y niños.
El informe da cuenta de que los menores de edad migrantes, son frecuentemente víctimas de abusos verbales y físicos durante su tránsito a través de México. “A la Comisión le preocupa en particular que la respuesta por parte del Estado frente a la migración de niñas, niños y adolescentes no acompañados sea frecuentemente su criminalización a través de la imposición de medidas como la detención migratoria”.
El estudio puntualiza que el incremento de la violencia criminal durante los últimos años en México ha tenido un ha planteado desafíos sumamente complejos para el Estado mexicano. “Esta situación requiere que el Estado adopte todas las medidas que sean necesarias para salvaguardar la seguridad de las personas que se encuentran sujetas a su jurisdicción, entre las cuales evidentemente se encuentran incluidas las personas migrantes”.
El Comisionado Felipe González expresó que la ausencia de una política de seguridad ciudadana específica para la prevención, protección y persecución de delitos que afectan a las y los migrantes constituye un grave problema que requiere una solución urgente.
La CIDH estima que la respuesta estatal ante el crimen y el narcotráfico a través del accionar de las fuerzas policiales y militares, más que servir para salvaguardar la seguridad de las personas que habitan el territorio mexicano, en muchos casos solo ha contribuido a un recrudecimiento de la violencia y de violaciones a los derechos humanos por parte de agentes estatales.
Si bien la Comisión desea reconoció los avances legislativos en materia de derechos humanos y protección a migrantes, el reto que persiste es de implementación de las mismas, anotó el Comisionado González.
Asimismo, la CIDH señaló la necesidad de romper con la dicotomía existente entre la protección a los derechos humanos que México pide para sus migrantes en el exterior y la protección que brindan las autoridades mexicanas a los migrantes de otros países que viven o transitan por México.
Aunado a lo anterior, la Comisión reportó que cuenta con indicios concretos y consistentes que indican que muchas de las graves violaciones a los derechos de los migrantes se dan en el contexto de abuso de autoridad por parte de agentes estatales del Instituto Nacional de Migración (INM) o los distintos órdenes de policía.
“La respuesta del Estado mexicano ha sido claramente insuficiente para prevenir, proteger, procesar, sancionar y reparar los delitos y violaciones a los derechos humanos cometidos contra las personas migrantes y otras personas en el contexto de la movilidad humana en México”, declara la CIDH.
El documento está basado en basado en la información recibida por la Comisión Interamericana entre los años 2008 y 2013, a través de diversas audiencias públicas y una visita de trabajo realizada por la Relatoría sobre los Derechos de los Migrantes de la CIDH a México, en 2011.