Pasar al contenido principal

ES / EN

Cierra campaña electoral en Ecuador marcada por la polarización
Jueves, Febrero 20, 2014 - 16:46

Desde primer minuto de este viernes se cerrará oficialmente el período de campaña, y a partir de ello, regirá un "silencio electoral" de dos días para que los ecuatorianos reflexionen su voto.

Quito. La campaña electoral en Ecuador de cara a los comicios seccionales (locales) del próximo domingo concluyó tras 45 días de proselitismo de los candidatos, en medio de una polarización en la intención de voto y una disputa entre el oficialismo y la oposición.

Con grandes concentraciones de simpatizantes y recorridos de última hora, los candidatos a alcaldes, prefectos y otros cargos de gobiernos locales cerraban a lo largo del día sus campañas en distintas provincias del país.

En el primer minuto de este viernes se cerrará oficialmente el período de campaña, según el calendario del Consejo Nacional Electoral, y a partir de ello, regirá un "silencio electoral" de dos días para que los ecuatorianos reflexionen su voto.

Unos 11,6 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas para elegir 5.628 dignidades locales, en unos comicios marcados por una campaña que se centró en Quito y Guayaquil, las principales ciudades, donde el oficialismo y la oposición buscan el poder.

La disputa en Quito se centró en la Alcaldía, actualmente en manos de Augusto Barrera, del partido oficialista Alianza PAIS (AP de izquierda) que busca la reelección ante el empresario de centro derecha Mauricio Rodas.

Este último, según encuestas, cuenta con probabilidades de conquistar la Alcaldía de esta capital, fortín del oficialismo, lo que ha llevado al gobierno a cerrar filas en apoyo a Barrera.

El propio presidente Rafael Correa, quien participó activamente en la campaña de Barrera, ha pedido apoyar a su candidato para evitar que peligre la "revolución ciudadana", su proyecto político.

Correa ha advertido que si la derecha gana la Alcaldía estaría en juego su proyecto político y "empezaría un periodo muy serio de ingobernabilidad" porque la oposición tiene intenciones de desestabilizarlo con apoyo de la extrema derecha nacional y extranjera.

"Estamos enfrentando a la derecha nacional, internacional, esa es su estrategia: buscar cabezas de playa, ciertas ciudades clave, y desde ahí boicotear, desestabilizar, conspirar contra gobiernos progresistas", dijo esta semana Correa en alusión a la crisis en Venezuela.

Sin embargo, la oposición niega las acusaciones y ha atribuido los temores de Correa a una acción desesperada ante la supuesta caída del candidato Barrera en la intención de voto.

"Yo no creo que en política existan enemigos, existen adversarios, que es muy distinto. Esta no es una guerra, creo que es un error plantearlo así", declaró hoy Rodas, principal oponente de Barrera.

El analista político, Lautaro Ojeda, consideró que el protagonista de la campaña ha sido el presidente Correa, quien ante "sondeos adversos al oficialismo se empoderó de los actos proselitistas de sus candidatos".

"Su afán de concentrar poder le llevó a ser jefe de campaña, el candidato es él; la probabilidad de que no gane le ha llevado a tener una intervención más dura y radical, que se concentró en Quito", dijo el analista a Xinhua.

Por su parte, el analista Jorge León, sostuvo que la polarización en la intención de voto respondería a que el electorado está en la "búsqueda de alternativas" políticas ante un supuesto descontento en sectores rurales de Quito por la gestión municipal.

León observó que la campaña oficialista se enmarca en una estrategia "de ganar, ganar, que no admite que puede haber pérdidas" por lo que "ha existido un predominio más de la gestión gubernamental, que de los candidatos".

La víspera cinco de los seis candidatos que se disputan la Alcaldía de Quito, participaron en un debate televisado y presentaron sus propuestas, excepto Rodas, quien se ha negado a debatir en medio de un clima de mutuas acusaciones.

Igual negativa tuvo el derechista Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil y quien busca su tercer período, frente a la oficialista Viviana Bonilla, una joven ex gobernadora apadrinada por Correa.

La disputa por la Alcaldía en esa ciudad, la segunda en importancia, también preocupa al gobierno ya que encuestas ubicarían como favorito a Nebot para conservar el cargo.

Una derrota en Quito y Guayaquil significaría la primera derrota de Correa, tras haber ganado siete procesos electorales en seguidilla desde 2006, en que ganó la Presidencia.

Analistas sostienen que las elecciones son de "pronóstico reservado" y coinciden en que la situación política para el oficialismo se perfila difícil dado que en otras ciudades el voto también está polarizado.

Ojeda sostuvo que un resultado adverso puede resurgir a una disgregada oposición que ofrece "cambiar el modelo de gobierno".

Actualmente, el oficialismo tiene el 32,5% de las 221 alcaldías y 39% de las 23 prefecturas gracias a una importante votación que obtuvo en las últimas elecciones seccionales de 2009.
En Quito, Correa liderará este jueves el cierre de campaña de Barrera en un populoso barrio del sur de Quito, donde el resto de candidatos harán lo propio con eventos artísticos.

Autores

Xinhua