Los cobradores de los autobuses públicos de Curitiba reclaman un aumento de salario, petición que la justicia consideró justa, por lo que casi dos millones de personas que diariamente utilizan el transporte se quedaron este viernes sin este servicio.
Rio de Janeiro. La ciudad de Curitiba (sur de Brasil), una de las doce sedes del Mundial de fútbol en el país sudamericano, amaneció hoy con una huelga de los cobradores de los autobuses municipales que dejó a la ciudad sin transporte público.
Los cobradores de los autobuses públicos de Curitiba reclaman un aumento de salario, petición que la justicia consideró justa, por lo que casi dos millones de personas que diariamente utilizan el transporte se quedaron este viernes sin este servicio.
La huelga de los cobradores empezó el jueves, aunque los autobuses circularon normalmente porque los conductores permanecieron en sus puestos y ofrecieron gratuitamente el servicio a los pasajeros.
El Sindicato de Conductores y Cobradores (Sindimoc) informó hoy que los propietarios de los autobuses no dejaron a los conductores salir nuevamente a hacer sus recorridos porque sin cobrador, sufrirían grandes pérdidas al no poder cobrar los pasajes.
A su vez, la patronal que representa a los propietarios de los autobuses (Setransp) denunció que piquetes de sindicalistas bloquearon todos los garajes para impedir la salida de los vehículos en las calles de Curitiba.
La víspera, en otra sede mundialista, Natal (noreste), los trabajadores de los autobuses dejaron la ciudad sin vehículos al iniciar otra huelga para pedir mejoras laborales, justo un día después de que se jugara en el municipio el Italia-Uruguay, su último partido en la competición.