El único incidente de la jornada se vivió al final del desfile, cuando el dispositivo de seguridad de Santos refugió al presidente en un coche blindado durante veinte minutos al detectar un movimiento inusual entre los espectadores
Colombia volvió a demostrar este domingo, en el 204 aniversario de su independencia, la coexistencia en este país de la guerra y la paz, con un impresionante desfile militar que tomó las calles de Bogotá, y los mensajes de paz promulgados por el arzobispo de la capital, monseñor Rubén Salazar.
La celebración del Grito de Independencia empezó con una ceremonia litúrgica en la Catedral Primada de Bogotá, en la que Salazar pidió a los colombianos elevar sus corazones a Dios "para suplicarle conceda la gracia de encontrar juntos los caminos de la paz".
A la ceremonia acudió el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien leyó un fragmento de un texto bíblico del profeta Isaías: "El pueblo, que caminaba en tinieblas, vio una luz muy grande", en alusión a las negociaciones que su gobierno lleva a cabo con las guerrillas tras 50 años de conflicto armado.
Antes, el presidente mandó un mensaje a los colombianos que viven en el extranjero y les invitó a regresar al país, al augurar un futuro de "libertad real": "la libertad de la pobreza, la libertad del atraso, la libertad de la injusticia, la libertad de la guerra", les dijo.
Finalizada la ceremonia Santos presidió el desfile militar del Día de la Independencia, una auténtica demostración de las Fuerzas Armadas con innumerables referencias a la lucha contra la guerrilla de las FARC, con la que negocia precisamente el Gobierno de Santos la paz en La Habana desde noviembre de 2012.
En el desfile se exhibió el avión de la encubierta Operación Jaque, por la que en 2008 el Ejército liberó a un grupo de rehenes, entre ellos la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, que estaban secuestrados por esa guerrilla.
El impresionante despliegue que se vivió en Bogotá contó con unidades del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía, así como la participación de los veteranos del contingente colombiano enviado a la guerra de Corea (1950-1953).
El único incidente de la jornada se vivió al final del desfile, cuando el dispositivo de seguridad de Santos refugió al presidente en un coche blindado durante veinte minutos al detectar un movimiento inusual entre los espectadores, que se acercaron en masa a saludar al mandatario.
Pese a que Santos inicialmente respondió a los saludos, la inquietud de sus escoltas provocó la evacuación del resto de personalidades que conformaban la tarima de autoridades, donde solo permaneció a petición propia el vicepresidente, Angelino Garzón.
La celebración del 204 aniversario de la Independencia culminará este domingo con la instalación del nuevo Congreso, llamado a legislar los eventuales acuerdos de paz alcanzados con las guerrillas y en el que el expresidente Álvaro Uribe liderará la oposición.
