La política de 56 años, quien como congresista en la década de 1990 lideró una lucha contra la corrupción, fue secuestrada en 2002 por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuando era candidata a la presidencia.
Bogotá. Colombia tiene que proteger el acuerdo de paz con la antigua guerrilla de las FARC y hacerle ajustes si es necesario para evitar que fuerzas políticas puedan empujar de nuevo al país a la guerra, dijo la exrehén de ese grupo Ingrid Betancourt.
La política de 56 años, quien como congresista en la década de 1990 lideró una lucha contra la corrupción, fue secuestrada en 2002 por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuando era candidata a la presidencia.
Aunque estuvo cautiva en la selva más de seis años hasta que fue rescatada por el Ejército de Colombia junto con tres estadounidenses y 11 militares, Betancourt apoya sin reservas el acuerdo de paz que firmó el presidente Juan Manuel Santos con las FARC para acabar un conflicto que ha dejado 220.000 muertos.
“He acompañado el proceso de paz a sabiendas que no tenemos la paz ideal. Dentro de aquello que siento que le ha faltado a la paz es un mayor interés por las víctimas”, sostuvo en una entrevista con Reuters la política, madre de dos hijos y que también tiene nacionalidad francesa.
Betancourt, quien participó el fin de semana en el debate sobre la guerra y la paz en Colombia organizado por la Feria Internacional del Libro de Bogotá, dijo que la campaña para suceder a Santos será clave para el futuro del país y de la paz.
“Lo que necesitamos es entrar a reflexionar cuáles son nuestras prioridades, en el caso mío que el acuerdo de paz no se vaya, que podamos proteger la paz, haciéndole cambios, sí, si es necesario, pero que esto no sea la excusa para volver a prender la guerra”, afirmó la política que actualmente reside en Europa.
Fuerzas desestabilizadoras. Betancourt opinó que todos los candidatos en la contienda por la presidencia son políticos preparados que entienden el llamado de la mayoría de los colombianos para mantener la paz.
Sin embargo, advirtió sobre el riesgo de que fuerzas políticas que apoyan a algunos candidatos presidenciales puedan presionarlos para reactivar la confrontación en un futuro.
“Yo creo que los líderes que tenemos al frente no son personas bélicas per se, lo que tenemos que mirar son las fuerzas que acompañan a estas personas y que en algún momento las pueden chantajear, las pueden obligar a tomar decisiones que estarían en contra del interés de paz de todos los colombianos”, afirmó evitando referirse a nombres particulares.
El derechista Iván Duque, el izquierdista Gustavo Petro, el independiente Sergio Fajardo, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras y el antiguo negociador Humberto de la Calle son los principales candidatos en la carrera por la presidencia.
Betancourt dijo que aunque el talón de Aquiles del acuerdo con las FARC -ahora transformada en un partido político- es el rezago en la atención a las víctimas del conflicto, los cambios que eventualmente se hagan deben respetar el espíritu del pacto.
La política reveló que ha perdonado a las FARC por su secuestro, que dividió su vida en dos capítulos, aunque admitió que un una década después aún no logra una plena reconciliación.
“Estoy en un momento en que puedo decir que he perdonado, pero también sé que hay recuerdos que vuelven y que me desestabilizan y hay emociones que todavía no puedo controlar y obviamente son emociones que van ligadas a pensamientos que son difíciles de reconciliar con el perdón, pero es un camino que voy recorriendo”, concluyó.