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Colombia pide que sesión en la OEA sobre Venezuela sea pública
Lunes, Julio 19, 2010 - 18:16

El canciller colombiano admitió que es complejo que se produzca un consenso de rechazo al supuesto apoyo del gobierno venezolano a la guerrilla, debido al respaldo que tiene Hugo Chávez en algunas naciones.


Bogotá. Colombia pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) que la sesión extraordinaria del Consejo Permanente en la que presentará las pruebas de presencia de jefes de las guerrillas en Venezuela se realice de manera pública.

En la reunión, que se realizará el jueves, el gobierno del presidente Alvaro Uribe busca demostrar que líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se encuentran en territorio venezolano con la tolerancia del país vecino.

"Colombia pidió una sesión pública, no queremos recibir ninguna clase de insultos, vamos a exigir cooperación y respeto", dijo el embajador de Colombia ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos, tras una reunión con diversos organismos nacionales para preparar su presentación ante la entidad.

A su turno, el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, admitió que el margen de maniobra de la OEA es limitado en la controversia entre los dos países y vio difícil un consenso de rechazo de los países miembros, por el apoyo de algunas naciones al presidente venezolano Hugo Chávez.

"Hay que ser muy conscientes de que el margen de maniobra en estos escenarios tampoco es completo, uno quisiera que fuera más eficaz, y uno a veces también se frustra como colombiano", dijo Bermúdez.

"Vamos a ver, al interior de la OEA hay países que tienen consideraciones distintas, nosotros aspiramos a que hubiera una posición unificada, pero no somos optimistas", agregó.

En el pasado, Colombia ha puesto en conocimiento de la OEA sus quejas sobre Venezuela.

Venezuela mantiene congeladas las relaciones diplomáticas y comerciales con Colombia desde el 2009, como respuesta a la firma de un acuerdo militar entre Bogotá y Washington, que la nación petrolera ve como una amenaza.

Autores

Reuters