Proyecto busca que las empresas cancelen automáticamente los registros de quienes tengan una edad inferior a 14 años. La propuesta, que está para ponencia en primer debate de Senado, promete generar gran controversia.
El proyecto de ley en Colombia reza que la edad mínima para registrarse, ser miembro de una red social en internet y formar parte de su plataforma son los 14 años de edad. La propuesta fue idea del senador conservador Gabriel Zapata, quien asegura que para los niños existen muchos peligros en dicho medio y sólo a esa edad los hijos tienen suficiente conciencia para tomar decisiones.
Otro punto del proyecto es que las empresas deben cancelar automáticamente los registros de quienes tengan una edad inferior a la señalada. Para lograrlo, la iniciativa dice que el gobierno debe diseñar los mecanismos correspondientes a efectos de hacer los controles y las verificaciones pertinentes.
La propuesta, que está para ponencia en primer debate de Senado, promete generar gran controversia. Si bien es cierto que existe preocupación por los riesgos que representan las redes, surgen dos preguntas: ¿Es posible hacerlo?, y, de ser posible, ¿es el mejor camino?
El experto en creación digital de las universidades de los Andes y Javeriana, Pablo Arrieta, consideró que la propuesta del congresista denota un gran desconocimiento del funcionamiento real de la red. “Cuando una persona se registra lo máximo es preguntar la edad y, ¿cómo se sabe que alguien dice la que es? No hay forma de demostrar si alguien es mayor de edad o menor. Es el mismo problema que han tenido los sitios para adultos, donde ha sido imposible implementar una verdadera barrera”.
A juicio de Arrieta es imposible cerrar un computador de uso familiar o saber cuándo lo usa el papá y cuándo el hijo. Su sugerencia es que mejor se proponga educar y enseñarles a los niños que hay redes sociales especialmente diseñadas para ellos, con juegos y entretenimiento propios de su edad.
La profesora de la Universidad de los Andes, experta en internet, Carmen Gil, fue enfática al rechazar la idea, que consideró “ridícula” y hasta la comparó con la intención de querer prohibir la televisión o cerrar los teatros de cine. “Toda la vida han existido peligros, pero la educación está en casa. Tampoco se puede coartar la libertad”.
Incluso desde el punto de vista psicológico también hubo rechazo. La directora del programa de psicología de la Universidad del Rosario, María Isabel González, duda que dicha ley, por muy bien intencionada que sea, logre su objetivo. Su consejo es que los padres estén atentos siempre a las actividades de sus hijos, a las personas con que interactúan y que tengan información de los peligros que existen con personas que abusan de niños a través de medios.
Para terminar su explicación, González recordó una frase: “Si la violencia no es contraria a los valores morales y se encuentra enraizada en la cultura de las personas, no es posible cambiar la situación con represión”.
Aunque las críticas van en torno a la forma en que se pretende regular el tema, es indiscutible que el asunto sí requiere la atención de la sociedad, pero no en forma prohibitiva.