El anuncio de Washington y la respuesta de Bogotá marca un deterioro de las relaciones bilaterales en casi dos décadas que podrían centrarse nuevamente en la lucha contra las drogas, como sucedió en la década de los 90.
Bogotá. Colombia rechazó este jueves una amenaza del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de "descertificar" su lucha contra las drogas si el país sudamericano no controla de inmediato el incremento de los cultivos de hoja de coca.
El anuncio de Washington y la respuesta de Bogotá marca un deterioro de las relaciones bilaterales en casi dos décadas que podrían centrarse nuevamente en la lucha contra las drogas, como sucedió en la década de los 90.
"Colombia es sin lugar a dudas el país que más ha combatido las drogas y más éxitos ha tenido en este frente. Nadie tiene que amenazarnos para enfrentar este desafío", dijo un comunicado del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
Estados Unidos, que históricamente ha sido el principal aliado de Colombia para enfrentar el narcotráfico y los grupos armados ilegales armados dedicados a esa actividad, evalúa anualmente el compromiso y los resultados de los países en la lucha contra las drogas.
Descertificar a un país implica incluirlo en la lista de los que no pudieron cumplir con sus obligaciones en virtud de los acuerdos internacionales contra el narcotráfico.
Una eventual descertificación impide al Gobierno de Washington entregar recursos económicos y logísticos, a lo que se suma el voto negativo de Estados Unidos para acceder a préstamos en organismos multilaterales.
Estados Unidos ha expresado su preocupación por el aumento de los cultivos de hoja de coca en Colombia que al cierre del 2016 llegaron a 188.000 hectáreas, mientras que su capacidad para producir cocaína se disparó a 700 toneladas anuales, los mayores niveles en al menos una década.
Washington sostiene que los cultivos de hoja de coca en Colombia aumentaron principalmente por la decisión de Bogotá de suspender las fumigaciones aéreas con el herbicida glifosato como parte del acuerdo de paz que se firmó el año pasado con la guerrilla de las FARC para acabar un conflicto interno de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos.
Colombia, que espera recursos de más de US$400 millones de Estados Unidos para apoyar la implementación del acuerdo de paz con las FARC, ha rechazado la posibilidad de reiniciar las fumigaciones de cocales desde aviones con glifosato, como lo ha recomendado Washington.
El país sudamericano es considerado uno de los principales productores mundiales de cocaína, actividad ilegal en la que están implicados grupos de narcotraficantes, bandas criminales conformadas por antiguos paramilitares de ultraderecha y la guerrilla izquierdista.
Colombia, que ha propuesto una reflexión y un cambio sobre la manera de combatir y enfrentar el narcotráfico, recordó que solo en los últimos siete años confiscó más de 1.621 toneladas de cocaína y que tiene en marcha un plan para erradicar manualmente 50.000 hectáreas de hoja de coca y sustituir una extensión similar por cultivos legales.