"A la hora de la verdad, a la hora de los disparos, a mí se me olvida la consigna que me había dado este Arturo y yo corro hacia el monte y mis compañeros corren hacia donde ellos y ahí fue que los mataron a mansalva y sobreseguro", relató en declaraciones divulgadas este lunes por Caracol radio el policía Luis Alberto Erazo.
Bogotá. El policía Luis Alberto Erazo desobedeció una orden de la guerrilla colombiana de las FARC de no huir en caso de un ataque militar, una decisión que le salvó la vida y puso fin a 12 años de cautiverio en manos de los rebeldes.
Pero otros cuatro rehenes que compartieron con él la vida en la selva durante años, no tuvieron la misma suerte y fueron asesinados este sábado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"El comandante Arturo nos había dicho que en caso de disparos nosotros no debíamos correr hacia afuera porque ellos no iban a responder, que debíamos correr hacia el lado de ellos porque nos iban a sacar y entregarnos sanos y salvos a nuestra familia, que esa era la orden, o de lo contrario ellos (iban a) morirse allí también con nosotros", dijo Erazo.
Las FARC, diezmadas por una ofensiva militar en la que han muerto varios de sus líderes, mantienen la orden a todos sus frentes de asesinar a los rehenes si se produce una operación de rescate de las Fuerzas Armadas.
"A la hora de la verdad, a la hora de los disparos, a mí se me olvida la consigna que me había dado este Arturo y yo corro hacia el monte y mis compañeros corren hacia donde ellos y ahí fue que los mataron a mansalva y sobreseguro", relató en declaraciones divulgadas el lunes por Caracol radio.
El asesinato de los cuatro rehenes fue el golpe más fuerte de las FARC tras la muerte en un combate a inicios de mes de su máximo líder Alfonso Cano, quien fue reemplazado por Rodrigo Londoño, más conocido como Timoleón Jiménez o "Timochenko".
El letal incidente se produjo en una zona selvática del departamento del Caquetá, en el sur del país, durante una operación de búsqueda y localización de los rehenes, según el ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón.
Pese al clamor de los familiares de los secuestrados para que no se los rescate por la vía militar, el Gobierno mantiene operaciones que buscan poner en libertad a los rehenes.
Erazo, el único sobreviviente, dijo que cuando escuchó las primeras detonaciones estaba doblando una toalla y que uno de los guerrilleros que lo vigilaba le disparó en la cara y en el cuello antes de que empezara a correr selva adentro.
"Lo único que a mí se me ocurrió fue correr hacia el monte y se me pega un guerrillero, o dos como que eran, y déle que déle. Y me logré esconder hasta que pasó todo", recordó el policía, quien permanece recluido en un hospital de Bogotá.
Agregó que los guerrilleros los encadenaban de seis de la tarde a seis de la mañana, pero que al momento del combate no estaban atados.
Crimen de guerra. Tres de los rehenes fueron asesinados con un tiro de gracia la cabeza, mientras que el otro recibió un balazo por la espalda.
El presidente Juan Manuel Santos dijo que la ejecución fue "un crimen atroz" y "una demostración más de la sevicia y la crueldad de las FARC".
La oficina en Colombia de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos calificó el asesinato de los cuatro efectivos como "un crimen de guerra".
Uno de los efectivos asesinados fue el sargento del Ejército José Libio Martínez, quien estaba próximo a cumplir 14 años secuestrado y era el rehén más antiguo en poder de las FARC, consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Erazo dijo que la guerrilla siempre los trató con amabilidad y que venían caminando por la selva durante mes y medio antes del combate del fin de semana.
"A nosotros siempre nos trataron con amabilidad, a ustedes no les va a pasar nada, dándole confianza a uno", relató el policía, que reveló que los guerrilleros usan brújulas y GPS para sus desplazamientos por la selva.
Sostuvo que aunque los guerrilleros están cansados de vivir perseguidos por el Ejército y de las incomodidades de la selva, les da miedo desertar por la posibilidad de que los capturen y fusilen.
"Eso (desertar) de pronto lo podrían hacer entre un comandante y varios guerrilleros. Eso no lo puede hacer uno solo, es muy peligroso decir yo estoy aburrido porque es decir fusíleme", aseguró.
La guerrilla llegó a tener en su poder a más de 60 rehenes entre efectivos de las Fuerzas Armadas y políticos, incluida la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadounidenses. La mayoría fue rescatada por las Fuerzas Armadas, otros liberados por los rebeldes y algunos huyeron.
Las FARC, que dicen luchar por un sistema socialista en un país con marcadas diferencias entre ricos y pobres, buscaban presionar al Gobierno por un acuerdo que les permitiera intercambiar a los rehenes por miles de guerrilleros presos.
Actualmente continúan secuestrados por la guerrilla al menos 11 efectivos de las Fuerzas Armadas.
Erazo también sostuvo que los guerrilleros que lo mantenían secuestrado recibieron con tranquilidad la noticia de la muerte de Cano y el nombramiento de "Timochenko".
"Ellos sencillamente dicen: esos son actos de la guerra, uno se va y otro queda", afirmó.
"A donde esté (Timochenko) allá le va a caer la Fuerza Pública, La Fuerza Pública llega hasta los infiernos y allá le van a caer, lo van a traer y lo van a dar de baja", concluyó.