Luego de que Santos asegurara que si no se reconoce el conflicto armado interno en la Ley de Víctimas, Uribe y él terminarían en la cárcel, y de la replica en sentido contrario que hizo el ex mandatario, el presidente expresó su sentimiento de “gratitud” para con su predecesor.

Ante el nuevo debate público y encontrón que se dio entre el presidente Juan Manuel Santos y su antecesor Álvaro Uribe Vélez, el propio jefe de estado salió a bajar el tono a esa disputa.

Luego de que Santos asegurara que si no se reconoce el conflicto armado interno en la Ley de Víctimas, Uribe y él terminaría en la cárcel; y la replica que en sentido contrario que hizo el ex mandatario, el presidente expresó su sentimiento de “gratitud” para con su predecesor.

“Por el presidente Álvaro Uribe solo tengo sentimientos de gratitud, admiración y respeto”, trinó Santos en su cuenta de Twitter.

El distanciamiento. Aunque desde hace casi dos semanas se evidenció el distanciamiento entre Santos y Uribe, éste se torno más duro cuando este sábado 14 de mayo el presidente en su Acuerdo por la Prosperidad en Buenaventura indicó que si no se reconocía el conflicto armado interno, los dos junto a la cúpula militar, terminarían en La Picota.

Según el presidente, esa figura jurídica le permite a las Fuerzas Armadas un margen de operación donde se autoriza hasta los bombardeos de los campamentos de los grupos armados ilegales.
Al conocer de esa aseveración, Uribe replicó con contundencia e indicó que la "actuación honesta no necesita reconocer terroristas para evitar ir a la cárcel".

“Las Fuerzas Armadas no necesitan el reconocimiento del conflicto con los terroristas para operar conforme a los principios del Derecho Internacional Humanitario. Esta normatividad está en nuestro ordenamiento jurídico y se aplica por nuestros soldados y policías, de manera unilateral, sin importar las atrocidades con que proceden los grupos violentos terroristas que la violan todos los días”, aseguró en un comunicado.

De ahí que muchos sectores de opinión hablaran del distanciamiento entre los dos líderes políticos.