Por el momento, las manifestaciones siguen en diferentes sectores de la ciudad con cacerolazos. En otros lugares, vándalos han aprovechado la coyuntura para hacer de las suyas.
Bogotá.- Luego de la masiva jornada de movilización del 21 de noviembre, desde los sectores involucrados en la organización se estudia el camino que se deben seguir, una decisión que se tomaría la próxima semana. Por el momento, las manifestaciones siguen en diferentes sectores de la ciudad con cacerolazos. En otros lugares, vándalos han aprovechado la coyuntura para hacer de las suyas.
Áxel Javier González. Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (Unees). Para el representante estudiantil, hay una consigna clara que queda luego de las masivas manifestaciones del 21N: se abrió un espacio para que una nueva generación haga la historia, no para que se la impongan. “Es la oportunidad para que los estudiantes nos unamos al movimiento social y popular para transformar las condiciones de vida, porque vivir dignamente sí es posible”, señala González. En ese sentido, envía un fuerte mensaje de rechazo a los actos de violencia y asegura que la posición es la defensa de la vida.
“No estamos de acuerdo con la política de seguridad del Gobierno; por eso, para nosotros, es importante cambiar esa concepción, que se respete la protesta social. Estamos en contra de la criminalización y la represión de la protesta social. Los medios de comunicación han responsabilizado al movimiento estudiantil de los hechos de vandalismo. Los estudiantes, según ellos, somos los vándalos y los terroristas. Eso no hace parte de los estudiantes, la Policía infiltra nuestra movilización para hacerlo ver así”, comenta.
Y anota que el movimiento estudiantil acompaña a los trabajadores en las peticiones contra el llamado “paquetazo” de Duque, que es un conjunto de medidas económicas que, de acuerdo con las centrales obreras, afectan sus condiciones. El llamado de los estudiantes es a la movilización constante y por eso hicieron parte de la convocatoria al cacerolazo que se programó para la tarde de ayer en la Plaza de Bolívar, en Bogotá. “Los estudiantes estamos cansados de decir que este es el país que nos tocó vivir, queremos decir que este es el país que nos tocó cambiar”. Varios sectores convocaron a una reunión para el próximo martes, con el fin de definir posiciones conjuntas frente al Gobierno Nacional.
Carlos Ribero. Sindicato de Trabajadores de la Administradora Colombiana de Pensiones (Sintracolpen). El presidente del Sindicato de Trabajadores de Colpensiones calificó las marchas del 21 de noviembre como un despertar de la población respecto a las políticas del Ejecutivo. “La ciudadanía está identificando los intereses que tiene el Gobierno con las reformas laboral y pensional. Los colombianos están presentes en la lucha para reconocer los derechos de todos los trabajadores”, afirmó. Tras la manifestación se reunieron varios sectores y concluyeron que las expresiones para hacerse escuchar apenas comienzan.
“Nos reunimos con el movimiento estudiantil, los docentes y los trabajadores de las aseguradoras y demás entes financieros. Con ellos declaramos que el paro sigue vigente en tanto el Gobierno decida escuchar realmente a los sectores inconformes. Sacaremos, además, un comunicado para pedirle al presidente de Colpensiones que nos sentemos a dialogar”, aseguró. Ribero rechaza los hechos violentos que se presentaron en la recta final de la marcha, pero, dijo, no deslegitiman los reclamos de los ciudadanos, pues la mayor parte de los manifestantes se expresaron pacíficamente. De esa forma, para él, el presidente Duque debe pasar de las palabras a los hechos y acoger los llamados de la población, más allá de las mesas de concertación que, enfatizó, no han funcionado.
“La problemática no es solo de carácter laboral sino procedimental de las compañías. Llevamos más de treinta años en mesas de concertación y no sirven para nada. Hay que hacer una microsegmentación para trabajar con cada sector, todos son distintos. La solución no está en hablar con las cabezas de los sectores, sino en desarrollar planes de trabajo basados en los reclamos, porque el Gobierno firma acuerdos, pero no cumple”, concluyó.
Tarsicio Rivera. Coordinadora de las organizaciones sociales y del Comité Nacional del Paro. Para el Comité Nacional del Paro, lo que se vivió el jueves en el país fue histórico y el balance es positivo. “Hubo numerosas movilizaciones en los 32 departamentos y en más de 500 municipios”, destaca Tarsicio Rivera, integrante de la organización y miembro de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). De acuerdo con el líder sindical, pese a los incidentes, desmanes y alteraciones del orden público de una minoría, hubo participación masiva que no se compadece con la reacción de algunos miembros de la Fuerza Pública contra los manifestantes.
¿Qué viene? Según Rivera, además de apoyar vehemente otro nuevo cacerolazo, que fue convocado para ayer a las 5:00 de la tarde, se tiene prevista una reunión el próximo martes con todas las organizaciones sociales: “Programaremos las actividades que vienen si el Gobierno no nos llama al diálogo y se abstiene de discutir las peticiones de orden social, político y económico. De no ser así, estamos pensando en nuevas movilizaciones”.
El integrante del Comité del Paro sostiene además que, de la mano de la bancada de parlamentarios de movimientos alternativos, harán una réplica al discurso que dio el presidente Iván Duque en la noche del jueves, quien dijo que el suyo “es un gobierno que escucha y construye”. En su alocución, criticó Rivera, el primer mandatario “se dedicó a hablar de los hechos violentos, pero no dio una respuesta clara a los factores y reclamos que motivaron el paro. Le exigimos una reunión con las organizaciones sociales y centrales obreras. Que nos convoquen a buscar salidas, que las buenas intenciones no se queden de dientes para afuera, cuando en la práctica se responde con represión”.