El alcalde Gustavo Petro habló de negociar una vez más los contratos con los operadores privados, pese a que él mismo los extendió en mayo de 2013.

Al difícil momento que atraviesa la administración de Gustavo Petro se sumó este martes una nueva protesta contra Transmilenio en Bogotá, que obligó al mandatario a calmar a la multitud que se agolpó en el Portal de Suba.

Petro terminó criticando los contratos con los operadores privados del sistema que él mismo prorrogó en mayo del año pasado e invitó a los ciudadanos a “una gran movilización pacífica”, que desconcertó a los propios empresarios privados.

Para los petristas la movilización de ayer, que incluyó protestas en diferentes puntos de Bogotá, pero vivió su momento más crítico en el Portal de Suba cuando el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) intervino para dispersar el bloqueo, fue una muestra de las intenciones de desestabilizar a la capital por parte de la oposición.

Uno de sus argumentos es la copia de un correo electrónico que circuló, en el que al parecer los seguidores de la campaña por el sí a la revocatoria de Petro convocaron un “bloqueo masivo del sistema” y señalaba la necesidad de “exacerbar la ira del ciudadano”, según se leía en el supuesto mensaje.

Lo desconcertante fue que la solución de fondo que terminó proponiendo el alcalde fue “modificar una fórmula que se pactó con los operadores. Los contratos vigentes no contemplan la variable comodidad de los usuarios, la comodidad se mide en pasajeros por metro cuadrado”, dijo Petro.

No está claro por qué Petro habla nuevamente de esta idea si fue él mismo quien firmó la prórroga a los contratos de los operadores de Transmilenio de las Fases I y II por cerca de tres años más en mayo de 2013, luego de una difícil negociación. En ésta los privados aceptaron reducir su tarifa de funcionamiento hasta un 13% y el propio alcalde celebró como uno de los logros el hecho de que la capital colombiana en adelante se ahorraría $76 mil millones (US$$37M)al año.

El viernes pasado el concejal Juan Carlos Flórez criticó estos acuerdos precisamente porque con ellos la ciudad perdió la oportunidad de haber exigido mejores condiciones en el servicio, como poner un límite de pasajeros por metro cuadrado. Incluso el gerente de Transmilenio, Fernando Sanclemente, reconoció que la administración “se durmió” al no haber estructurado una licitación con mayores requerimientos para los operadores privados, pero que fue prioridad garantizar la prestación del servicio.

El llamado a la movilización pacífica

Al final de la tarde Petro dejó claro que quiere volver a negociar unos contratos que ya negoció su administración. Y según las palabras del alcalde, la fórmula con la que pretende sentar a la mesa a los privados es que el pueblo marche. En Suba les dijo a los ciudadanos: “Si vamos a modificar los contratos necesitamos que la contraparte diga que sí.

Por eso es necesario organizar una gran movilización pacífica. Eso es posible si todos los usuarios se movilizan hasta la Plaza de Bolívar, no en favor del alcalde, sino por el servicio en Transmilenio”. También dijo que el martes instalará una mesa de trabajo entre los operadores privados, Transmilenio y los usuarios en la Alcaldía Mayor.

La idea del ente público

Petro también reiteró la posición que tuvo al llegar a la Alcaldía cuando insistió en que el transporte de Bogotá estaba en manos de un pequeño grupo de familias y era necesario un ente público al mando (como lo hizo con las basuras). “Hay siete empresas privadas que son propietarias de los buses. Ahora estamos buscando que la Empresa de Energía de Bogotá sea la propietaria de las empresas operadoras de Transmilenio. La Empresa ya aceptó la propuesta y algunos operadores privados también”.

No obstante, fuentes de los operadores privados tienen otra versión. Cuentan que el único proyecto donde se ha contemplado la participación de la Empresa de Energía es la propuesta de Asociación Público-Privada (APP) presentada por los operadores de las Fases I y II de Transmilenio para incluir tecnologías limpias en la operación del servicio. En esta oferta se prevé que la entidad tenga un porcentaje de participación, mas no ser propietaria de las empresas.

Y las soluciones reales, ¿para cuándo?

El gerente de Transmilenio reiteró ayer que hay un pedido de 180 biarticulados que llegará en unos siete meses. Ayer en la tarde hubo una reunión con los operadores del sistema donde se analizaron varios temas, como arrancar la operación en el sistema a las 4:00 a.m., pero no hubo ningún resultado concreto, según indicaron fuentes del proceso a este diario. También dijeron que en la entidad habrá mesas de trabajo desde el jueves.

Después de los líos de los últimos días, una de las dudas es por qué no hay soluciones de fondo al tema de gestión de la operación de Transmilenio, como programar rutas más cortas que, según conocedores del sistema como Darío Hidalgo, podrían aliviar la congestión de los pasajeros. La sensación que queda en medio de tantas versiones del alcalde es que aún no le suena tanto el modelo del sistema Transmilenio.

Petro dijo que la “única manera de mejorar Transmilenio es con el metro”. Vale la pena recordar que hay un atraso crucial por cuenta de las anteriores administraciones en las ocho fases programadas para el sistema, de las cuales apenas hay tres.

Además, dice Hidalgo, “la ampliación de las troncales de la avenida Caracas y la autopista Norte debían estar en 2010”, y esta administración ha argumentando que no hay dinero suficiente para hacer la Caracas con pasos deprimidos y que la opción es una APP, de la cual tampoco hay indicios certeros. También falta agilizar la entrada en circulación de los buses del Sistema Integrado de Transporte Público y agilizar conexiones como la de la calle sexta con avenida NQS, señala el exgerente de Transmilenio Fernando Rey.

Así que al sistema Transmilenio se le está pidiendo más de lo que en realidad puede dar si tiene un retraso de 288 kilómetros en su extensión y moviliza a unos dos millones y medio de pasajeros diariamente. La empresa, en cambio, sí tiene bastantes retos por delante para que este modelo de transporte, creado hace 14 años y que hoy se replica en otras ciudades del mundo, no se descuide más mientras a la administración de turno se le ocurre otro proyecto de transporte.