El canciller venezolano hizo una gira relámpago por la región, exponiendo la necesidad de un proceso de paz con Colombia. Desde Bogotá, rechazaron la propuesta y adelantaron que insistirán en las denuncias presentadas en la OEA.
Quito. Colombia y Venezuela se sentarán este jueves por primera vez a la mesa tras haber roto relaciones, en una reunión de cancilleres sudamericanos donde Bogotá insistirá en investigar a su vecino por encubrir a guerrilleros y Caracas se defenderá de lo que cree es una artimaña.
Los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) realizarán una reunión extraordinaria en Quito a pedido del presidente Hugo Chávez, dentro de sus intentos por buscar apoyo frente a una de sus peores crisis con Colombia.
En la antesala de la reunión, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, hizo una gira relámpago por Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina, Chile, Perú y Bolivia exponiendo la necesidad de un proceso de paz con Colombia.
Mientras que Colombia, desde su territorio y ante la Organización de Estados Americanos (OEA), ha insistido en que hay que buscar un mecanismo para corroborar sus denuncias de que unos 1.500 guerrilleros de las FARC y el ELN se refugian en Venezuela a conocimiento de autoridades.
Ante esa acusación hecha el jueves pasado en Washington, Chávez anunció casi de inmediato la ruptura de los lazos diplomáticos con su vecino, con el que comparte una amplia frontera terrestre de más de 2.200 kilómetros, y puso en alerta a sus fuerzas armadas argumentando una defensa a la soberanía.
Líderes sudamericanos han expresado disposición a mediar en la búsqueda de un punto de encuentro para evitar una escalada del conflicto, que llevó a Chávez a reforzar su frontera, un movimiento que para analistas no llevaría a un conflicto bélico y al que Bogotá no ha respondido con medidas similares.
Colombia, considerado el mayor aliado de Estados Unidos en Latinoamérica, ha insistido en su denuncia y el canciller de ese país, Jaime Bermúdez, anticipó que en el encuentro regional él mismo expondrá los argumentos de su país.
¿Reunión inútil? Pero pocos creen que pueda haber un punto de consenso tomando en cuenta las dispares posiciones y puesto que el gobierno del presidente Alvaro Uribe está viviendo sus últimos días antes de pasar el mando a su sucesor, Juan Manuel Santos, con que el Venezuela aspira a tener un trato más amigable.
"Es una reunión inútil desde el punto de vista de solventar el problema. Una reunión práctica para Chávez para hacer un poco de propaganda mediática, (mientras que) Colombia se mantendrá en su postura", dijo el ex canciller ecuatoriano Marcelo Fernández de Córdoba a Reuters.
"No saldrá nada más que una exaltación para que los dos países resuelvan (sus disputas)", agregó.
Las relaciones entre Colombia y Venezuela han vivido altibajos. A mediados del 2009, Caracas congeló el comercio bilateral en rechazo a un acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos, que Chávez considera una amenaza para la seguridad del productor petrolero miembro de la OPEP.
"No se vería al ente de Unasur como tal avanzando en la solución de estos problemas. Estos foros han demostrado sus limitaciones para resolver este tipo de asuntos", dijo el colombiano Alfredo Rangel, analista sobre temas de conflicto y seguridad.
Colombia pedirá a sus vecinos pasar de las palabras a los hechos y buscar un mecanismos "concreto y eficaz" para evitar la presencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Venezuela y evitar que grupos criminales organizados y terroristas estén en cualquier país.
Caracas, de su parte, presentará una propuesta para sentar mecanismos para la paz, que permita resolver la guerra interna de Colombia contra la guerrilla y el narcotráfico, que según Chávez se ha desbordado amenazando la estabilidad de la región.
El plan venezolano ya tuvo objeciones por parte de Uribe, quien dijo que "si quieren ayudar a que se supere el problema guerrillero, que entonces le digan a la guerrilla que está allá que se desmovilice".