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Comicios mexicanos abren interrogantes rumbo a las presidenciales
Martes, Julio 6, 2010 - 06:59

Si bien el opositor PRI ganó la mayoría de los estados en disputa, los resultados no son concluyentes para determinar quién tomaría la delantera en la competencia por suceder a Felipe Calderón.

México D.F. Las elecciones estatales en México dejaron más dudas que certezas rumbo hacia las presidenciales de 2012, luego de que el opositor PRI ganara la mayoría de los estados en disputa pero el oficialismo obtuviera sorpresivos triunfos aliado con la izquierda.

Los resultados mixtos en estos comicios, además de los vaivenes políticos, la debilidad económica y la influencia de la violencia del narcotráfico, no dejan ver aún qué fuerza política podría tomar la delantera rumbo a las elecciones presidenciales.

"Todavía estamos hablando de un pronóstico reservado para 2012", dijo el analista Fernando Dworak, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias. Agregó que los resultados de las elecciones estatales no arrojaron un triunfo claro o fortalecimiento de posiciones para algún partido.

Si bien el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el mayor de oposición, triunfó este domingo en nueve de los 12 gobiernos estatales -según cifras oficiales preliminares-, perdió tres que eran bastiones a manos de una alianza entre el gobernante Partido Acción Nacional (PAN) y la principal fuerza de izquierda.

El PRI, al que encuestas daban como favorito para ganar la gran mayoría de los estados, le arrebató al PAN los estados de Aguascalientes y Tlaxcala, además de ganar en Zacatecas, donde gobierna el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD). Y mantuvo otros seis estados.

El PRI ha ido escalando posiciones, como el año pasado cuando pasó a ser la primera fuerza en la Cámara de Diputados tras las elecciones legislativas. Además, cuenta con una aceitada maquinaria en más de la mitad los estados del país, donde gobierna.

Pero no le favorecen las denuncias de corrupción y autoritarismo que pesan contra algunos de sus miembros, como ocurrió en 2000 cuando perdió la presidencia en momentos en que, cansados, los mexicanos exigían un cambio tras los 71 años en los que gobernó.

Maquinaria no fue suficiente.  El domingo pareció repetirse esa historia al perder los gobiernos de los estados de Oaxaca -uno de los más pobres del país- y el industrial Puebla, dos importantes bastiones priístas donde los gobernadores fueron blanco de continuas presiones para que renunciaran acusados de corrupción.

"Ya había un hartazgo muy fuerte sobre esos gobernadores", dijo el analista del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), José Antonio Crespo.

El PRI también perdió Sinaloa, en el Pacífico, donde opositores acusaron al candidato priísta de estar ligado con capos de la droga.

La polémica alianza derecha-izquierda, que causó duros choques entre los partidos paralizando al Congreso pero que se convirtió en un recurso exitoso para frenar al PRI, no será una opción en las presidenciales ya que los partidos que la conforman ven sus proyectos de nación incompatibles.

Pero la podrían usar para las elecciones en el central estado de México en julio del próximo año, a fin de intentar golpear políticamente al popular gobernador Enrique Peña Nieto, quien podría ser el candidato presidencial priísta.

"La alianza le quitó al PRI bastiones que pueden ser importantes para el manejo del voto corporativo (en bloque) y que eventualmente puede ser aprovechado en la elección presidencial", vaticinó Crespo.

No obstante, el voto a favor del PAN, que busca ganar por tercera vez consecutiva la presidencia, depende de lo que haga o deje de hacer el gobierno de Calderón, que enfrenta a los carteles de las drogas cuya violencia ha dejado más de 26.000 muertos desde diciembre de 2006.

Parte de la población cuestiona la lucha antidrogas debido a la violencia desatada en gran parte del país, y espera que se generen empleos luego de que la peor recesión en décadas dejara a cientos de miles de desocupados el año pasado.

"No hay nada garantizado de saber cómo se va a mover el electorado en 2012, pero sin duda el hecho de que el PRI tenga una población muy numerosa gobernada por ellos es un punto a favor inmenso", dijo Irma Méndez de Hoyos, analista de Flacso en México.

Autores

Reuters