"Hoy estaremos en la calle, mañana estaremos en la calle, hasta lograr derribar los obstáculos y conseguir que sea el pueblo venezolano el que imponga sus derechos", dijo el opositor Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, a donde intentó llegar la marcha opositora en la capital.
Caracas. El poder electoral venezolano dio el miércoles su aval al Gobierno socialista para convocar a la elección de los miembros de una Asamblea Constituyente, proceso que el presidente Nicolás Maduro estimó empezará en las "próximas semanas".
Los venezolanos, tanto oficialistas como opositores, manifestaban en las calles mostrando su apoyo o su rechazo a la convocatoria del Gobierno de instalar una Constituyente que modifique partes de la carta magna y transforme al Estado.
Al tiempo que las fuerzas de seguridad bloqueaban con gases lacrimógenos y camiones hidrantes el paso a centenares de opositores que intentaban caminar hacia el centro de Caracas, el presidente celebraba con sus seguidores en la sede del poder electoral la activación de este mecanismo.
"Lo que se inicia hoy (miércoles), un nuevo proceso constituyente, consolidará la República y llevará al país a la paz que todos y todas merecemos", dijo la presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, flanqueada por Maduro.
Minutos después y rodeado de los funcionarios y militares de alto nivel, el mandatario expresó: "Vamos a elegir libremente a través del voto universal, secreto y directo una Asamblea Nacional Constituyente, en las próximas semanas".
"Es la única convocatoria constitucional y legal que hay hoy por hoy en el país. Nosotros somos la constitucionalidad y legalidad, ellos son la violencia", agregó el ex sindicalista, que cantó y bailó a la salida de la sede del árbitro electoral.
El Gobierno insiste en que la Constituyente buscará crear "condiciones" de normalidad que permitan realizar los procesos comiciales que están en camino, incluidas las elecciones presidenciales del 2018.
Pero la oposición sostiene que la intención del proceso es, por el contrario, dilatar dos elecciones regionales previstas para este año y las presidenciales, en lo que han catalogado como un auto golpe de Estado de Maduro para perpetuarse en el poder.
Maduro agregó el miércoles que espera "muy pronto" entregar al poder electoral, para su aprobación, las bases comiciales del proceso, es decir, el método de votación para la convocatoria.
"Más calle". La oposición también desconfía de las reglas para escoger a los 500 constituyentes, toda vez que el Gobierno ha adelantado que la elección se dividirá en dos aspectos: sectorial y territorial; y no incluirá a partidos políticos.
"Hoy estaremos en la calle, mañana estaremos en la calle, hasta lograr derribar los obstáculos y conseguir que sea el pueblo venezolano el que imponga sus derechos", dijo el opositor Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, a donde intentó llegar la marcha opositora en la capital.
Como ha ocurrido en las últimas semanas, casi a diario, los organismos de seguridad usaron gases lacrimógenos y camiones hidrantes para detener el paso de los opositores, que desde el frente de la manifestación respondieron lanzando piedras y escombros.
El presidente se defiende alegando que es víctima de un intento de derrocarlo, posición que ha reafirmado desde que la oposición inició las protestas hace un mes, período en el cual se han registrado 33 muertos en medio de saqueos, disturbios y manifestaciones.
La Fiscalía informó el miércoles que un joven de 21 años murió el día anterior en la ciudad de Valencia cuando "un grupo de personas causó daños a un local", después de una protesta. También dijo que investiga el deceso de un motociclista de 28 años, arrollado por un auto que esquivaba una manifestación en Caracas.
Seis efectivos de la Guardia Nacional, un policía y cinco civiles resultaron heridos de bala, también el martes, en medio de saqueos y protestas en Petare, una zona de clase pobre de la capital, dijeron la Fiscalía y el Ministerio de Interior y Justicia.