Jair Bolsonaro cuenta con una significativa ventaja en los sondeos sobre su rival de izquierda, el candidato Fernando Haddad, y ahora busca evitar obstáculos y llegar a la presidencia sobre una ola de indignación de la opinión pública por la corrupción, la violencia y la debilidad económica.
Brasilia. El candidato de extrema derecha y favorito para ganar las elecciones de Brasil, Jair Bolsonaro, y su equipo están cada vez más confiados en su triunfo en los comicios y cambiaron el ritmo a "velocidad crucero" en su camino hacia una eventual victoria, según importantes fuentes de su campaña.
Bolsonaro cuenta con una significativa ventaja en los sondeos de opinión sobre su rival de izquierda, el candidato Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores (PT), antes de la segunda vuelta del 28 de octubre, y ahora busca evitar obstáculos y llegar a la presidencia sobre una ola de indignación de la opinión pública por la corrupción, el aumento de la violencia y la debilidad económica.
Bolsonaro, que aún se recupera de una puñalada casi fatal que sufrió en un acto de campaña en septiembre, evitará los debates presidenciales y la campaña, dijo a Reuters este martes su posible jefe de gabinete, el diputado Onyx Lorenzoni.
Lorenzoni afirmó que los debates no tienen sentido y que no hacían diferencia para la ventaja de su candidato en la carrera presidencial.
Previamente, Bolsonaro se vio afectado en los sondeos tras apariciones en debates, donde dejó entrever su relativa falta de conocimientos sobre temas económicos ante preguntas difíciles. Sus números en los sondeos han subido desde que fue apuñalado el 6 de septiembre, que algunos han atribuido a su bajo perfil mientras se recupera.
En los últimos días, con la victoria más cerca, Bolsonaro ha ordenado a su equipo que evite la exposición y realizar declaraciones públicas que puedan afectarlo al final de la carrera presidencial, dijeron a Reuters fuentes de campaña.
Luciano Bivar, un diputado federal y fundador del Partido Social Liberal (PSL) de Bolsonaro, afirmó que era la estrategia correcta.
"Es un momento muy importante para la sociedad brasileña y necesitamos ser muy cuidadosos", comentó. "Hoy, el PSL es un protagonista en la escena política y tenemos que ser responsables", agregó.
La estrategia de Bolsonaro presenta un problema para Haddad, quien enfrenta una batalla cuesta arriba para unir a la oposición contra su contendor y necesita sacar brillo a la dañada marca del PT, que gobernó Brasil durante 13 de los últimos 15 años y al que la ciudadanía atribuye muchos de los problemas actuales del país.
El fundador del PT, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, está en la cárcel tras una condena por corrupción y Haddad, como el candidato escogido por Lula, lucha por escapar de la sombra de una figura que es amada y odiada por muchos en Brasil.
Bolsonaro, de 63 años, un diputado en siete períodos que defiende abiertamente la dictadura militar de 1964 a 1985 en Brasil, se presenta como un candidato antiestamental que atrae a votantes cansados de la corrupción política y de los crímenes violentos.
Pese a que lidera los sondeos de opinión, las encuestas también muestran que Bolsonaro es despreciado por muchos en el electorado que se sienten indignados por años de comentarios misóginos, racistas y homofóbicos de su parte.
