En septiembre de 2008, Kernell que entonces tenía 20 años y estudiaba en la Universidad de Tennessee, acertó las respuestas a las preguntas de seguridad que protegían la cuenta de Yahoo de Palin. Cambió la contraseña y colgó en internet unos pantallazos con información personal de ella, como su agenda telefónica.
Knoxville, EE.UU. Un juez condenó el viernes a un estudiante universitario a un año y un día en un centro de readaptación por piratear la cuenta de correo electrónico de la ex candidata republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos, Sarah Palin.
El juez Thomas Phillips, de la corte de distrito de Knoxville, en el estado de Tennessee, rechazó la petición de la defensa para que David Kernell, que es atendido por depresión, evitara ser internado.
"El estado mental no basta, ni siquiera teniendo en cuenta su edad, para apartarse" del patrón federal condenatorio, añadió el juez.
En septiembre de 2008, Kernell que entonces tenía 20 años y estudiaba en la Universidad de Tennessee, acertó las respuestas a las preguntas de seguridad que protegían la cuenta de Yahoo de Palin. Cambió la contraseña y colgó en internet unos pantallazos con información personal de ella, como su agenda telefónica.
Palin testificó durante el juicio, celebrado en abril, y dijo que la intrusión afectó a su campaña a solo dos meses de las elecciones presidenciales y atemorizó a su hija Bristol, que también testificó que recibió un aluvión de llamadas en su móvil.
En aquella época, Palin, que acompañaba a John McCain en la candidatura republicana a las elecciones que ganó Barack Obama, se enfrentaba a las acusaciones de que utilizó su correo electrónico personal para cuestiones públicas cuando fue gobernadora de Alaska.
Desde entonces, se ha convertido en un personaje popular y una favorita del movimiento Tea Party, y está considerada como una posible contendiente para las presidenciales de 2012.
Tras piratear la cuenta de Palin, Kernell, hijo de un legislador demócrata, contó en internet que no encontró "nada que torpedeara su campaña, como esperaba".
Su abogado dijo que lo ocurrido fue una travesura, pero el jurado le consideró culpable de un delito, obstrucción a la justicia, y de una falta menor de acceso sin autorización a un ordenador.
Fue declarado inocente de un cargo de fraude, mientras que los miembros del jurado no alcanzaron un acuerdo sobre otro de robo de identidad. Los fiscales pedían una condena de 18 meses de cárcel, mientras que su abogado solicitó la libertad condicional.