El sacerdote Gerardo Joannon participó en la entrega de bebés sin la anuencia de sus madres, a las que dijo que los infantes habían muerto.
Una investigación realizada por la congregación católica de los Sagrados Corazones en Chile determinó que el sacerdote Gerardo Joannon participó en la entrega en adopción de dos bebés sin el conocimiento de sus madres, a las que se les dijo que los pequeños habían fallecido. Asimismo, se confirmó que Joannon mantiene una “relación impropia” con una de esas mujeres hasta el día de hoy.
Las revelaciones fueron dadas a conocer este martes (12.08.2014) por Álex Vigueras, superior de esa orden católica, quien aseguró que “la investigación previa ha establecido la verosimilitud de las acusaciones”. De acuerdo a lo que sostuvo ante los periodistas, Joannon “siempre supo que ambos bebés no murieron al nacer”. El sacerdote incluso celebró durante años misas de difuntos a sabiendas que los menores no estaban muertos.
Gerardo Joannon es también investigado judicialmente por entregar, ilegalmente y a cambio de dinero, un número indeterminado de menores a otras familias, nacidos de madres solteras a quienes habría dicho que los recién nacidos habían muerto. En mayo de este año, el cura Joannon compareció ante la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones de Chile, donde fue interrogado en calidad de imputado. La fiscalía posee datos de al menos ocho adopciones irregulares.
Enviado a España a reflexionar. Vigueras aseguró que los delitos canónicos están prescritos y, por lo tanto, no corresponde iniciar un proceso eclesiástico ni la aplicación de penas. Sin embargo, instó a Joannon a realizar un gesto de reparación y pedir perdón a las familias afectadas antes de viajar a España en octubre, hasta donde su congregación espera enviarlo para que viva en un convento y reflexione sobre lo ocurrido.
La red de adopciones ilegales incluía la simulación de la muerte de bebés, habitualmente hijos de adolescentes solteras pertenecientes a sectores de altos ingresos, que eran entregados en adopción a otras familias. En la red, según han avanzado las investigaciones que realiza el juez Mario Carroza, participaban médicos, matronas, enfermeras y monjas, además del cura Joannon.