Muchas especulaciones se tejen alrededor del secuestro del uniformado. Expertos dicen que estaba muy bien preparado para actuar con la imprudencia que ahora se le endilga.
Alrededor de la desaparición del comandante de la Fuerza de Tarea Titán, general Rubén Darío Alzate, se han tejido en las últimas 24 horas múltiples versiones. Desde el inexplicable rompimiento irregular de todos los protocolos de seguridad, hasta la supuesta intención de llegar sin escoltas y en compañía de una abogada al caserío Las Mercedes en el departamento del Chocó para tramitar un diálogo con la facción guerrillera que opera en la zona.
“Es un general muy experimentado y demasiado formado como para cometer un error de esos”, dijo una fuente consultada por El Espectador, para quien no resulta nada lógico que este uniformado “se pasara por la faja” todas las medidas que garantizan su seguridad, especialmente en una zona en donde él está operando y debería saber exactamente a qué se exponía.
Para la fuente, la manera como se ha presentado su desaparición no es acertada y más bien desconoce posibles avances que estuviera haciendo el general en pro de su labor en la zona.
“El desplazamiento de un general sin escolta dentro de una zona roja, sólo indica que estaba en negociaciones con el frente 34 para algo como una desmovilización; esto no es la primera vez que sucede”, menciona la fuente, sin señalar si tiene acceso a información privilegiada sobre el asunto.
Para respaldar su versión, asegura que la desmovilización en 2006 de los integrantes del frente Oscar William Calvo del EPL, se produjo por una acción similar en la que un general del Batallón San Mateo que operaba en la zona, quien, tras haber mantenido conversaciones con los guerrilleros, se introdujo hasta un paraje del eje cafetero en el que se encontró con los subversivos para ultimar los detalles de su entrega.
El frente Oscar William Calvo, operaba entre Risaralda, Caldas y Antioquia y en su momento el desmantelamiento con la entrega de sus trece integrantes fue presentado como un golpe certero a ese grupo por parte los entonces presidente de la República, Álvaro Uribe, y comandante del Ejército, general Mario Montoya.
“Estamos casi seguros que algo parecido pudo haber sucedido en este caso”, insistió la fuente, quien dijo que algunos sectores creen que la integridad del general Alzate no está comprometida y que más bien las Farc podrían a aprovechar la situación para hacer un gran anuncio.
Esta versión guarda algunas coincidencias con el editorial que este mismo lunes dio a conocer la página web de Anncol, una agencia de noticias afín a las Farc, que, igualmente, pone el duda que el general Rubén Darío Alzate haya sido secuestrado. (vea aquí Anncol pone en duda que general Alzate haya sido secuestrado)
El editorial asegura que la desaparición de Alzate, a las tres y media de la tarde de este domingo, obedece a una acción deliberada y que la manera como se ha presentado esta acción al país no es nada más que un “boicot para acabar con el proceso de paz”.
Anncol hace hincapié en la "sospechosa" primera versión del ex presidente Álvaro Uribe sobre el secuestro y en el hecho de que el general se subiese "prácticamente solo" a una pequeña lancha y llegase a "un perdido caserío ribereño del río Atrato donde lo están esperando escondidos en unos ranchos de paja unos cuantos guerrilleros de las Farc para retenerlo y precipitar la ruptura de los diálogos de la Habana.
El diario El Colombiano recogió el testimonio de pobladores de Las Mercedes, quienes dan cuenta que no hubo forcejeo entre los supuestos miembros de las FARC y el General Alzate y sus dos acompañantes al momento del encuentro.
“Ellos se bajaron de la panga y fueron hasta el atrio de la iglesia. Rio abajo llegó otra panga con otros tres hombres, vestidos de civil, que fueron hasta la iglesia para hablar con esas personas”, dijo a ese diario el presidente del Consejo Comunitario de las Mercedes, Presentación Palomeque.
Otro testigo aseguró al periódico que no había guerrilleros escondidos en las viviendas al momento de la llegada al caserío del uniformado, que éstos llegaron por el río.
Así mismo, los habitantes le dijeron a la enviada de Blu Radio que “cuando yo miré ellos venían hacia acá y ya se iban a montar a la panga. El trato, hasta donde yo vi era cordial” y señaló que no vio ningún tipo de requiza al general y sus acompañantes.
El presidente Juan Manuel Santos y los miembros de la mesa de diálogos con las Farc en La Habana, avanzaban esta tarde del lunes 17 de noviembre en una reunión en la Casa de Nariño en la que determinarían si se mantiene la suspensión del proceso de paz hasta tanto no haya claridad sobre el paradero y circunstancias de la desaparición de Alzate.
Entre tanto, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dirigía desde Quibdó, capital el Chocó, las acciones encaminadas a establecer el paradero del uniformado.
Otras fuentes señalan que para este martes habría un pronunciamiento oficial de las Farc, quienes no se han referido públicamente al tema y solamente se han limitado a indicar cuáles son sus cuentas ‘oficiales’ en la redes sociales, como para evitar que otros canales ‘desinformen’ alrededor de esta situación que complica los diálogos que ya cumplen dos años.